Impotente ante el desborde de alegría popular que se vive en todo el país por el pase de la Selección Argentina a la final en Qatar, el gobernador Rodolfo Suarez busca desalentar los festejos en el microcentro de Mendoza y mandó a los hinchas a "que se junten en las plazas de sus barrios o departamentos".
Fue después de que sus propios funcionarios admitieran que se vieron superados por "grupos menores" pero ante los cuales no pudieron establecer ningún tipo de control. Mientras una inmensa mayoría celebraba con cantos, trompetas y banderas en las calles, algunos mendocinos se subieron a techos en micros o desbordaron su capacidad, tras lo cual los empresarios del transporte denunciaron roturas en las unidades.
En el microcentro, en tanto, el operativo de la Policía de Mendoza incluyó gases lacrimóenos y golpes a mansalva, y la posterior detención de 25 personas que al mediodía de este miércoles continuaban en calabozos de distintas comisarías.
Con este panorama, Suarez reunió a su ministro de Seguridad, Raúl Levrino, y al responsable de los Servicios Públicos, Natalio Mema, quien anticipó que una de las medidas a tomar el día de la final es cortar los micros que van desde el Gran Mendoza al centro, para impedir una multitud celebrando de manera colectiva.
En ese sentido, el mandatario buscó desalentar una celebración del domingo: "La alegría no tiene un lugar asignado, por lo tanto la consigna que queremos proponerle a la sociedad es que se junten en las plazas de sus barrios o departamentos. Apelamos a la responsabilidad de cada mendocina y mendocino".