A poco más de una semana de la visita de diputados libertarios a genocidas en la cárcel de Ezeiza, el Centro de Estudios Legales y Sociales presentó un informe sobre la política de desarticulación de la memoria sobre el terrorismo de Estado ejecutada por el gobierno de Javier Milei.
En ese repaso -más allá de que la apología de la dictadura se propuso desde la mismísima fórmula presidencial, con la visitadora de Videla Victoria Villarruel, hacia abajo del organigrama- aparecen dos nombres aportados desde Mendoza: el del ministro de Defensa Luis Petri y el de la diputada hija de un torturador de soldados de Malvinas Lourdes Arrieta.
La cancelación de las políticas de memoria llevada adelante por los libertarios se tradujo desde el inicio del gobierno en decisiones como el desfinanciamiento, cierre de líneas de trabajo, despidos. La visita de los diputados a Astiz y otros asesinos condenados a la cárcel se explica como parte de una narrativa y de acciones en ese sentido.
Señala el CELS: "Una de las corrientes que forma parte del oficialismo nacional tiene como propósito transformar el balance social de la dictadura. Discursos oficiales que reivindican la represión clandestina e ilegal. Elogios al indulto de las cúpulas militares. Visitas a condenados por torturas y asesinatos. Estas acciones buscan relegitimar al Proceso de Reorganización Nacional, reinstalar el 'algo habrán hecho', catalogar a la búsqueda de memoria, verdad y justicia como un exceso que tendría como víctimas a los perpetradores".
Petri, el apologista que cierra archivos
Señala el CELS en su informe el retroceso en las investigaciones a los genocidas encaradas en Defensa, a cargo de Petri, el ministro afecto a los disfraces y escenarios tipo Top Gun y novio de la periodista y operadora Cristina Pérez.
"La investigación judicial e histórica sobre la documentación producida por las burocracias estatales durante la dictadura es fundamental para la reconstrucción de hechos y responsabilidades", indica el informe.
Sin embargo, entre otras acciones, Petri desmanteló el Equipo de Relevamiento y Análisis documental de los archivos de las Fuerzas Armadas.
Petri eliminó el área que analizaba archivos del terrorismo de Estado
También fustiga el organismo de DD.HH. la decisión impulsar actos reivindicatorios de la dictadura en el ex campo de concentración y actual Espacio Memoria y Derechos Humanos Ex Esma, y en recintos militares. También fue una iniciativa de Petri.
A falta de ideas buenos son los patos
Lourdes Arrieta, una estrella fulgurante en el cielo libertario mendocino, arrancó con los bríos de su juventud en su banca como diputada y pronto, cuando comenzó a hablar en entrevistas y en las sesiones en la cámara baja, quedó en evidencia su escasa preparación para la arena política.
Una de sus intervenciones, en las que invocó a Dios y a su padre, Tomás Arrieta, provocó una elocuente respuesta de excombatientes de Malvinas, que recordaron el pasado de torturador de su progenitor.
La diputada -quien además de sus balbuceos en entrevistas y sesiones ganó un espacio en la prensa por ponerse un patito de hule en la cabeza- visitó la semana pasada a Alfredo Astiz y otros genocidas en Ezeiza como parte de una comitiva que pugna para lograr la prisión domiciliaria de los asesinos condenados por crímenes de lesa humanidad.
Lejos de una revisión de su conducta -que generó el repudio de organismos de DD.HH. franceses que alertaron a Macrón- los libertarios redoblaron la apuesta: indicaron que “los fallos violan las leyes y los tratados” y que no hay “terroristas presos” pero sí “héroes de Malvinas” y personas que, desde hace 20 años, “no tienen condena firme”.
