
El titular de Irrigación, Sergio Marinelli, se negó a dar detalles de las cláusulas secretas del acuerdo con la estatal israelí de aguas, Mekorot firmado con el Gobierno en el 2022. Se escudó en supuestos términos de confidencialidad firmados con el Consejo Federal de Inversiones (CFI), organismo publico interprovincial.
Mekorot diseño un plan hídrico que contempla la entrega de una porción del agua de los ríos a las mineras y restringe el uso agrícola, tal como admitió Marinelli en la Legislatura, a la que acudió este miércoles.
El convenio con Mekorot incluye la modificación de leyes que rigen el uso de agua en Mendoza. Dice textualmente uno de los objetivos: "Dotar de ordenamiento el régimen vigente y actualizar las diversas normativas dictadas en los últimos 130 años", como la Ley de Aguas de 1884.
Hay un pedido, pisado en comisiones, para que el Ejecutivo publique las cláusulas secretas que pactó Mekorot con Suarez. Lo presentó el diputado Jorge Difonso (LUM) hace dos años.
"Yo en particular, no tengo problema, pero pregunté ante la consulta que me hizo una senadora, al CFI. El trabajo lo contrata el CFI y es el CFI el que nos aporta este material para que trabajemos nosotros", intentó justificar el secreto Marinelli, según lo cita El Editor.
Más controles para los agricultores
Marinelli insistió ante los senadores en la medición del consumo de agua en toda la provincia. Admitió que, tras ocho años del cornejismo en el Gobierno -que incluyen su reelección al frente de Irrigación- no hay datos precisos sobre la distribución final del recurso. "
Sabemos cuánto agua se libera desde los embalses y los diques, pero no cuánto llega efectivamente a cada usuario. Es fundamental avanzar en sistemas de medición más precisos, especialmente en zonas con acuíferos restringidos", señaló.
Dijo que avanzaran en medir el agua que se entrega al agro, que se están utilizando imágenes satelitales para estimar el consumo de los cultivos y se prevé la instalación de nuevos sistemas de telemetría.
Otro de los puntos abordados por Marinelli fue la necesidad de "cambiar el enfoque en la gestión del agua". Señaló que en lugar de manejar el recurso únicamente en función de la oferta disponible, es necesario conocer con precisión la demanda real.
Dijo que van a restringir los "pases de agua, donde un productor puede ceder su turno de riego a otro a cambio de un pago porque, según Irrigación, esto ha generado distorsiones en la asignación del recurso, ya que algunas propiedades han acumulado derechos de riego sin utilizar el agua, mientras que otras han recibido más de lo que les correspondería.
La normativa, aseguro, establece que en años de abundancia no habrá restricciones en los pases de agua, pero en años de escasez se limitarán para evitar perjuicios a los pequeños productores. Además, se creó un sistema de monitoreo donde las inspecciones de cauce deben informar sobre los turnos de riego y los caudales utilizados.
"Yo en particular, no tengo problema, pero pregunté ante la consulta que me hizo una senadora, al CFI. El trabajo lo contrata el CFI y es el CFI el que nos aporta este material para que trabajemos nosotros", intentó justificar el secreto Marinelli.
Mekorot y el financiamiento del CFI
El acuerdo de Mendoza con Mekorot -en ese momento Wado De Pedro era el ministro del Interior- prevé varias instancias que tendrán el financiamiento del Consejo Federal de Inversiones (CFI).

Mekorot es una compañía denunciada por Amnistía Internacional, Human Rights Watch, Btselem (Centro de Información Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados) y hasta la APDH de Argentina por ejecutar un apartheid del agua en Palestina.
Entre otras cosas, el CFI financiará:
• "Plan maestro para el sector hídrico: su alcance permitirá el análisis de la situación actual de los recursos hídricos, la determinación de proyecciones tanto de la oferta como de la demanda hídrica, balances y la propuesta de medidas para diversas situaciones futuras y actuales.
• "Código de Aguas para la provincia de Mendoza: el Plan Maestro irá acompañado por la sistematización de un digesto (Código de Aguas) que compile la vieja Ley de Aguas de 1884. Tiene el objetivo de dotar de ordenamiento el régimen vigente y actualizar las diversas normativas dictadas en los últimos 130 años. A su vez, prevé la determinación de nuevas herramientas legales que resulten necesarias para la modernización del sistema.
• "Herramientas para la optimización de la disponibilidad hídrica: con el objetivo de obtener mayor flexibilidad en la distribución del agua, se trabajará en el desarrollo de tres herramientas informáticas. La primera de ellas es el software de distribución secundaria que permitirá obtener una mayor flexibilidad en la distribución de agua. La segunda consiste en el fortalecimiento del Programador de Riego, herramienta de aprendizaje para el usuario sobre el manejo del agua adaptable a otras realidades hídricas del país. Finalmente, la tercera herramienta consiste en la implementación de la metodología BIM (Building Information Modelling) tanto para el desarrollo de proyectos, como para la gestión documental y construcción del Banco de Proyectos de la institución.
• "Fortalecimiento del Programa de Inversiones en Cauce: el DGI cuenta con una línea de financiamiento denominada Programa de Inversiones en Cauce tendientes a facilitar la realización de obras por parte de las Inspecciones de cauce en la red secundaria y terciaria. Se trata de un aspecto clave para la conducción y distribución eficiente que se verá fortalecido con la inversión del CFI en bienes de capital.
• "Fortalecimiento de la gobernanza del sistema: la construcción de gobernanza a partir de la educación es fundamental para el acompañamiento de estos procesos. Si bien el DGI realiza acciones en este sentido desde hace más de 25 años, quedarán fortalecidas con las mejoras en los métodos de riego presurizado mediante su aplicación en huertas escolares y comunitarias a través de la provisión de kit de riego".