El presidente quiere vender más de 15.000 edificios, entre los que se cuentan el palacete del paseo de la Castellana en Madrid y la antigua sede de Televisión Española, además de un aeródromo.
El gobierno español de Mariano Rajoy puso en venta el 30% de los inmuebles del Estado para conseguir recursos que solucionen la crisis económica que acecha a los habitantes de uno de los países europeos que más caro están pagando las consecuencias de las políticas neoliberales que aplicaron sus administradores políticos. Obediente de la troika (Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional) , Rajoy está ejecutando un plan de recortes, reformas y ajustes que perjudican a la mayoría de los españoles.
Además de ser el presidente más cuestionado de la Unión Europea por las evidencias que lo ligan a casos de corrupción, el líder del Partido Popular es uno de los mandatarios que ante la crisis siguió las órdenes económicas de la troika que generaron la indignación de millones de españoles, una imagen espejo de lo que ocurrió desde un tiempo antes en Grecia, donde se aplicaron las mismas recetas.
En ese plan, Rajoy dispuso sacar a remate más de 15 mil propiedades del Estado español. Exactamente se trata de 15.135 propiedades, la mayoría en manos de los ministerios de Defensa y Hacienda.
Entre esos miles de edificios hay al menos ocho considerados singulares, como el palacete del paseo de la Castellana en Madrid que fue sede de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. También se prescindirá de la antigua sede de Televisión Española en la capital, un aeródromo en Menorca y un cuartel militar que ha salido a subasta ya por 8,3 millones de euros.
El año 2012 había solo en la capital un patrimonio inmobiliario sin uso por valor de unos 500 millones de euros. De lo que ya se ha vendido, el Estado ha ingresado casi 90 millones. Sin embargo, esta iniciativa surge cuando el mercado inmobiliario de España ha alcanzado "los niveles más bajos en los últimos 25 años" por lo que puede resultar que ahora no sea "el mejor momento" para vender, consideró Gustavo Martínez, especialista de la consultora Jones Lang Lasalle.
Además, esa decisión del Gobierno puede incluso empeorar la situación ya que "una cantidad tan ingente de edificios como son unos 15.000 puede inundar el mercado y al final puede ser un desastre", advirtió Gustavo Martínez.
Fuente: RT
