El Obispo Taussig soslayó el principio de la educación laica defendido por la Justicia y dijo que "la mayoría" es católica

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Monseñor Eduardo Taussig. Foto: Facebook.

El Obispado de San Rafael puso el grito en el cielo por el fallo de la justicia que tuteló un principio constitucional, el de la educación laica, por sobre los intereses sectoriales de la Iglesia e impidió que se celebrara en las escuelas públicas el día de la Virgen del Carmen de Cuyo.

"En los actos religiosos quienes no comparten la religión, en este caso católica, no están obligados a asistir o participar, un ejemplo claro lo tenemos con aquellos alumnos que se niegan a cantar el himno o portar la bandera nacional por sus creencias”, indicó el vocero del obispo Eduardo Taussig, Eugenio Magdaleno, recientemente designado Delegado Episcopal de Educación Católica de la diócesis de San Rafael.

Frente al fallo de la jueza María Eugenia Ibaceta, que declara inconstitucional la Resolución N° 2.616 de la DGE, el obispado sureño propuso en cambio que aquellos que asisten a escuelas públicas y no son católicos no participen de los actos, en vez de sopesar el principio de laicismo.

Magdaleno argumentó que “no se puede negar la historia. La Virgen del Carmen de Cuyo está ligada a San Martín y la formación de su ejército en Mendoza para traspasar Los Andes”. Idénticas razones a las de la Iglesia esgrimió Sergio Bonsangüe, director de asuntos jurídicos de la DGE: "Santiago es el patrón de la provincia y la Virgen del Carmen es la patrona del Ejército de los Andes y de la educación. Nosotros no queremos adoctrinar a nadie", aseguró al diario Los Andes.

El vocero de monseñor Eduardo Taussig dijo que la resolución judicial “va contra corriente de la opinión de la mayoría”.

Consultado respecto de la posibilidad de que el obispado sanrafaelino apele la orden de la jueza Ibaceta respondió que “esa es una instancia superior que debe resolver el obispo Taussig con el arzobispo de Mendoza y otras organizaciones que se hayan sentido afectadas. Esto debe resolverse tras un análisis y un diálogo profundo en el que se discuta qué modelo de país queremos, sin sorprender a nadie”.

Fuente: Obispado de San Rafael

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