El fundador del diario italiano La Repúbblica defendió el método con el que entrevistó al papa: sin grabador ni apuntes

Share
Tiempo estimado de lectura: 2 minutos

Eugenio Scalfari, de 89 años, consiguió alto impacto con una nota a Bergoglio. Lo cuestionaron por la autenticidad de las respuestas citadas y se defendió reivindicando un estilo profesional aniquilado por el grabador.

Share

scalfariEl periodista italiano Eugenio Scalfari, que causó furor el mes pasado al publicar una entrevista con el papa Francisco, admitió hoy que no reflejó en el texto exactamente las palabras del Sumo Pontífice.

"Tengan en cuenta que no escribí algunas de las cosas que me contó y que él no dijo algunas de las cosas que yo escribí como citas", indicó Scalfari a periodistas en la asociación de prensa extranjera en Roma.

La entrevista del 1 de octubre de Scalfari fue retirada de la página web del Vaticano. El portavoz Federico Lombardi dijo que era "confiable a nivel general, pero no al nivel de cada punto individual analizado".

El periodista, de 89 años, fundador del diario de centroizquierda "La Repubblica", defendió su trabajo y dijo que desde que comenzó su carrera en 1949 nunca tomó notas o usó grabadores durante entrevistas.

"Intento entender quién es la persona con la que hablo y luego escribo mis preguntas y sus respuestas en mis propias palabras", explicó el periodista. Añadió que envió el texto al papa Francisco para su revisión previo a la publicación y recibió como respuesta que estaba "OK".

Rechazó señalamientos según los cuales el Sumo Pontífice desconoció la entrevista, al mostrar una carta fechada el 23 de octubre en la que Francisco le dice que le hubiera gustado continuar discutiendo con él sobre temas teológicos.

Scalfari es un acérrimo ateo. El papa tuvo el primer contacto con él en septiembre, cuando le respondió en una carta ante dudas expresadas por el periodista sobre fe en dos editoriales.

Algunas de las declaraciones que Scalfari atribuyó al papa causaron revuelo, como el rechazo al proselitismo, el acto de convertir personas al catolicismo como "necedad solemne" y la idea de que "cada uno tiene su propia idea del bien y el mal y debe elegir seguir el bien y combatir el mal como lo conciba".

Fuente: Infonews

 

Share