El vicepresidente del Mercado Central de Buenos Aires sigue de alerta permanente por los sobreprecios que imponen los supermercadistas a los consumidores argentinos.
"Si me consiguen un galpón en Mendoza, en 15 días levantamos el mercado central con precios justos y baratos", soltó Alberto Samid, vicepresidente del Mercado Central de Buenos Aires, quien sigue de alerta permanente por los sobreprecios que imponen los supermercadistas a los consumidores argentinos.
Fue en diálogo con radio Andina, donde el matarife pidió que "alguien" lo ayude para vender carne barata en Mendoza. "La gente viene a comprarnos y no puede creer los precios que paga. Cuando gastaban 5 mil pesos, ahora gastan 1.500".
Samid reiteró de esta manera su denuncia por los exhorbitantes precios que imponen los grandes mayoristas que hacen el juego comercial para sus países de origen, Carrefour para Francia, Walmart para Estados Unidos, como ejemplificó este domingo en el programa 6,7,8, donde además advirtió sobre supuestas maniobras de contrabando de materias primas hacia países vecinos, entre ellas el trigo, y advirtió: “Si las autoridades no hacen nada con esto a fin de año va a faltar trigo y el pan se va a ir a 50 pesos. Lo digo con ánimo de aportar, no de criticar, el que lo tome como crítica se equivoca”.
La instalación de sucursales del Mercado Central en todo el país es una vieja idea de la Secretaría de Comercio, que ya impulsaba Guillermo Moreno y dejó en manos de Augusto Costa. Ambos funcionarios insistieron en la idea de multiplicar las ventas directas de productores a consumidores y eliminar la cadena de intermediarios, idea mater del Mercado Central que Samid incentiva a modo de eliminar la remarcación excesiva de precios.
“Wallmart no es una cadena de supermercados es el gobierno americano, y Carrefour es el gobierno francés, y los chinos son los chinos… Carrefour la plata que gana se la lleva a Francia, no la invierte acá. Y yo si tuviera un supermercado en otro país haría lo mismo, me traería la plata acá. Los tontos somos nosotros que les dejamos hacer esto”, remarcó en 6,7,8.
“La solución de fondo es eliminarlos de la cadena de comercialización. Hay eliminar la intermediación, tenemos que fabricar escenarios para que no haya triangulaciones sino que vaya del productor al consumidor final. A mi nadie me quería vender aceite y otros productos esenciales. Me decían que ya tenían todo vendido a las grandes cadenas, esto no puede suceder”, insistió.
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