Por Elena Llorente
Desde Roma para Página 12
Nichi Vendola es presidente de la Región Puglia –sudeste de Italia– desde 2005 y al mismo tiempo del SEL, el principal aliado del Partido Democrático (PD) guiado por Pierluigi Bersani en las elecciones del próximo domingo y lunes. Nacido en Bari, capital de Puglia, Vendola –54 años, homosexual convencido– es ahora candidato a la Cámara de Diputados. En declaraciones a Página/12 y también en un encuentro con la prensa extranjera de Roma, tuvo palabras elogiosas y casi románticas para América latina, de la que, dijo, “habría que tenerle envidia”.
“América latina es un continente sorprendente. Se habla poco de lo que está sucediendo allá. En realidad deberíamos prestar más atención a esas revoluciones. Yo no tenía el pelo blanco cuando suspiraba por América latina. Hay que sentir envidia por esa región”, dijo. Y más adelante agregó en español: “La quiero mucho”.
Vendola apuntó el dedo acusador contra Silvio Berlusconi como principal responsable de la ausencia de Italia a nivel internacional. “Si fuera sólo América latina la gran ausente de nuestra política exterior, sería un mal pero no tan grande. En cambio, toda la política exterior fue ocasional, fragmentaria, en los años del berlusconismo. No hemos cultivado relaciones serias con China ni con la India, ni con el norte de Africa. Nuestros buenos amigos entonces se llamaban Khadafi, Mubarak, Ben Ali. Bailábamos el bunga bunga con los autócratas que dominaban la costa sur del Mediterráneo”, dijo aludiendo a Il Cavaliere y sus amigos. “Italia debe reconstruir el propio rol en el mundo. Con América latina debería ser la relación más natural, precisamente porque existen países como la Argentina, que llevan a Italia en las venas, en los cuentos populares, que la tienen como vocación.”
El líder ecologista lamentó que ni siquiera en momentos de crisis Italia pudo lograr la internacionalización necesaria hoy en día para el crecimiento de cualquier país. “Hay que recomenzar, empezar a hablar. Preguntarse por qué Brasil no es más la tierra famosa por las favelas sino por el crecimiento de su PIB, cómo salió la Argentina de la crisis económica, qué ha sucedido desde entonces, qué ha sucedido en otros lugares de ese continente que antes era el patio trasero de los Estados Unidos y ahora vive un gran proceso de modernización. Antes se miraba a Europa como un modelo. Ahora creo que está ocurriendo lo contrario”, señaló.
Durante el encuentro con la prensa extranjera, Vendola tocó todos los temas que están en el tapete en estos últimos días de campaña electoral, desde las eventuales alianzas con la lista centrista del primer ministro Mario Monti hasta el populismo del cómico Beppe Grillo, el gran ganador de estas elecciones al parecer –por el crecimiento inaudito en las encuestas de su Movimiento Cinco Estrellas– de la Europa vapuleada, de una ley que reconozca el matrimonio gay, de otra contra la homofobia, para que se sancionen penalmente las agresiones contra homosexuales y lesbianas. También se luchará en el Parlamento por el reconocimiento de los derechos de las parejas de hecho, incluidas las homosexuales. “Pero, ¿usted no bregará por una ley que permita directamente el matrimonio gay, como existe en la Argentina?” “No forma parte de los acuerdos con la coalición, pero yo personalmente la depositaré en la Cámara de Diputados el primer día”, concluyó.
A Grillo, que según se dice reúne la rabia de los jóvenes desocupados y desahuciados por esta sociedad que no les da oportunidades, Vendola lo destrozó. “Grillo es un populista tradicional, un populista de plaza, un populista que utiliza elementos de izquierda y de derecha, un populista televisivo como Berlusconi, con la diferencia de que Berlusconi ocupa la TV y Grillo –que se niega a ir a la TV– la ocupa con su ausencia. Desde que Grillo no está en TV, todos hablan en TV de Grillo. Es el populista de las redes sociales”, dijo, recordando que nadie sabe qué hará el Movimiento Cinco Estrellas cuando llegue al Parlamento.
Para Monti, en cambio, tuvo críticas, aunque no tan duras como algunos esperaban. “No tengo resentimientos contra la persona de Monti. El representa una elite tecnocrática y conservadora, pero de principios democráticos. No es Berlusconi. Monti, en mi cabeza, es el adversario ideal, que te obliga a estudiar, que no insulta, que no grita. Pero juzgo a Monti por lo que ha hecho, que es todavía una herida abierta”, dijo Vendola, refiriéndose en particular a las reformas laborales impuestas por su gobierno.
Y sobre la Europa vapuleada enfatizó que, en su opinión, “la tarea de la izquierda debe ser la reconstrucción de Europa, donde convivan cordialmente las diferencias, donde se defiendan los derechos sociales. Hay que renovar el compromiso de hacer una Europa unida y, en lo que a mí se refiere, crear los Estados Unidos de Europa”. Según Vendola, Italia ha estado entre los países más expuestos a la crisis, “porque tiene una enfermedad más, la pérdida de la ética pública, porque ha sufrido la devastación cultural representada por el berlusconismo”. Por eso, explicó, durante toda la campaña electoral, el debate se ha centrado en torno de los candidatos o a las alianzas, en vez de concentrarse en los contenidos, en lo que debe ser y se debe hacer de Italia en el próximo futuro. “Si el centroizquierda gana las elecciones, será importante no sólo para Italia sino para toda Europa, porque tomará fuerza la alianza con la Francia del socialista François Hollande”, concluyó.