En la matriz económica de Mendoza reside la causa del estancamiento, instaló el establishment provincial con una prédica constante que le demandó cuantiosos recursos, desde el amanecer del milenio. La hipótesis suponía imposible crecer sin cambiar la matriz.
¿Qué es la matriz? El conjunto de actividades de la economía. El agro, la industria, los hidrocarburos, los servicios financieros, entre otros. En 20 años cambió la matriz por completo, pero la economía está más estancada que al principio.
¿Qué es el establishment? El grupo de representaciones de los intereses que mayor incidencia tienen en la ejecución del poder. Los dueños, en definitiva. En Mendoza se reconfiguró tras participar en sociedad con Raúl Moneta, el banquero de Menem, en la estafa al pueblo con el Banco Mendoza.
El establishment amplificó su prédica desde los medios de comunicación bajo sus dominios y la militancia de los líderes políticos prominentes de las fuerzas con más representación electoral en la provincia. Los dueños de los medios que compran las masas en la provincia participaron en la sociedad con Raúl Moneta, a instancias del peronista Arturo Lafalla.
La hipótesis de los dueños provinciales suponía que era imposible el crecimiento sin cambios en la matriz productiva, independientemente de los ejes económicos y la orientación política del gobierno de turno. Falso, la economía provincial creció cuando la macro ayudó y cayó cuando no, desde entonces.
La prédica del establishment se retroalimentó desde el amanecer del milenio, en consonancia con el auge de la minería metalífera producto del crecimiento de los precios internacionales de los metales. Dos décadas más tarde, la matriz productiva de Mendoza se transformó totalmente, pero los columnistas del establishment insisten en que es su culpa que la economía cada vez sea más flaca.
El objetivo de la mentira del establishment era habilitar la minería con cianuro. Ergo, para salir del pozo Mendoza debe dinamitar su cordillera para luego pasar los pedazos por agua con tóxicos tales como el cianuro contenida en piletas a cielo abierto siempre en riesgo de derrames, como lo demuestra la experiencia cercana de la Barrick Gold en San Juan.
Mientras corría la campaña por la minería metalífera, la matriz productiva de Mendoza perdía aportes del agro, la extracción de petróleo y la industria, mientras avanzaban en importancia para la economía los hoteles y restoranes, el transporte, los bancos y el Estado. Mendoza dejó de producir bienes en beneficio de la producción de servicios en los últimos 25 años.
La matriz económica era, es y será una excusa para los negocios personales de los dueños, que necesitan de la minería, que les permitirá quedarse con los restos del pedazo grande de las multinacionales que se harán dueñas del cobre de Mendoza.
Mendoza dejó de producir bienes en beneficio de la producción de servicios en los últimos 25 años. La matriz económica era, es y será una excusa para los negocios personales del establishment, que necesitan de la minería porque les permitirá quedarse con los restos del negocio grande de las multinacionales que se harán dueñas del cobre de Mendoza.
El discurso prominero se fue fortaleciendo desde que el cobre se encareció fuerte en el mundo, a la par de la fiebre de los commodities, desde los primeros años del milenio. La cotización del cobre se moderó en la segunda década de este siglo y volvió a volar después de la pandemia, llegando a precios máximos históricos.
El gobernador Alfredo Cornejo asumió su segundo mandato en 2023 con el camino allanado para ir por inversores interesados en el cobre contenido en la cordillera mendocina. Y avanzó en ese sentido, a pesar de haber sido uno de los opositores a la minería metalífera cuando sectores del peronismo intentaron imponer la explotación minera desde fines de la década inicial de este siglo y la primera mitad de la segunda década.
Los gobernadores peronistas Celso Jaque (2007-2011) y Francisco Paco Pérez (2011-2015) fracasaron en la tarea. Lo mismo que el radical Rodolfo Suárez (2019-2023). El caso de Suárez fue revelador: con apoyo del kirchnerismo al que había derrotado en las urnas unos meses antes recibió una dura derrota al aprobar la minería con cianuro y generar la mayor movilización popular en su contra en lo que va del siglo.
Anabel Fernández Sagasti, delegada de Cristina Kirchner en Mendoza, le aportó el salvavidas al delegado de Cornejo en la Gobernación: acaparó la furia social en lugar de dejar que el gobernador cargara con la culpa del escandaloso tratamiento legislativo del cianuro como clave de la matriz económica de Mendoza.