Como Pablo Picasso y Francisco Goya, que se inspiraron en la destrucción de las guerras para crear, Tammam Azzam recreó el clásico del pintor austríaco sobre las paredes destruidas por las bombas.
El artista sirio Tammam Azzam estampó El Beso, la famosa pintura de Gustav Klimt, sobre la fachada de un edificio bombardeado.
Tan sólo hicieron falta cinco horas para que miles de personas compartieran la imagen en Twitter.
Muchos pensaron que se trataba de un mural real en un bloque de viviendas en Siria. Lo cierto es que la imagen consiste en un fotomontaje realizado con tratamiento digital, con programas similares al Photoshop.
Nacido en Damasco hace 33 años, Azzam vive y trabaja en Dubai y utiliza sus creaciones para denunciar la situación política y social, de violencia y destrucción, en su país.
El artista explicaba así su nueva obra de arte: "Quiero mostrar cómo el mundo entero puede estar interesado en el arte y, al mismo tiempo, 200 personas son asesinadas cada día en Siria. Goya hizo el trabajo de inmortalizar el asesinato de cientos de españoles inocentes el 3 de mayo de 1808. ¿Cuántos terceros de mayo tenemos en Siria ahora?"
Fuente: Huffington Post