Se destinaron hasta expertos en bombas. Semejante despliegue fue preparado por la Policía de Roma ante la presencia de al menos un millón de personas que llegaron al Vaticano para estar en la ceremonia de entronización.
"Mil hombres entre policías, inspectores del Vaticano, escuadrones especiales para desactivar bombas y francotiradores, tienen a su cargo el operativo de seguridad montado en torno a la entronización del Papa Francisco", que incluye una previsión especial para el caso en el que Jorge Bergoglio se salte el protocolo, abandone el Papamóvil y prefiera caminar entre los fieles.
"El operativo incluye cinco zonas de seguridad sobre el Ciudad del Vaticano, donde algunas calles fueron acordonadas y quedaron carriles exclusivos para el desplazamiento de los policías y gendarmes", reporta la agenda ANSA acerca del operativo para proteger a Jorge Bergoglio en su asunción como nuevo pontífice, resume la agencia ANSA.
Semejante despliegue fue preparado por la Policía de Roma ante la certeza de que, al menos, un millón de personas está en el Vaticano para presenciar ese momento.
Los detalles de seguridad se definieron este lunes durante una reunión del Comité Nacional para el Orden y la Seguridad Pública, presidido por la ministra del Interior Annamaria Cancellieri.
La ministra explicó que se adoptaron las medidas adecuadas para "garantizar las mejores condiciones de seguridad para los peregrinos y para las muchas personalidades de Estado y de Gobierno", que llegaron a Roma para la entronización del Papa.
El esquema de seguridad no solo busca proteger al nuevo pontífice sino también a los jefes de Estado y delegaciones oficiales de 150 países que confluyeron en el Vaticano durante la ceremonia.
Como Bergoglio varias veces ha corrido los rígidos límites del protocolo papal acercándose a la multitud, el dispositivo de seguridad evalúa "algún imprevisto" como, por ejemplo, que Francisco deje el Papamóvil y prefiera caminar entre los fieles.
Por eso, tiradores especiales de la policía romana vestidos de civil están mezclados entre el público.
Los fieles, además, son sometidos a controles policiales para acceder a la Plaza de San Pedro a través de 13 puertas que incluyen detectores de metales, señala la agencia italiana.
Dos helicópteros - los únicos autorizados para volar sobre Roma durante la ceremonia - sobrevuelan la zona, mientras que lanchas y buzos patrullan el Tíber.
El fantasma de una bomba o atentado semejante durante la asunción está presente: desde anoche fueron removidos los vehículos estacionados dentro del perímetro y se eliminaron los contenedores y los puestos callejeros de venta.
Los vuelos de aerolíneas comerciales fueron restringidos desde las 5 a las 16 del martes y ninguno puede aproximarse a menos de diez millas del Vaticano.
También fueron reorientados los vuelos de los aeródromos y helipuertos de los alrededores de Roma durante 24 horas.
