La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, se sacó una selfie con los futbolistas de la selección de su país en la inauguración de la Copa América, cuando evitó dar discursos en el estadio Nacional donde La Roja venció a Ecuador. En la previa del encuentro inaugural se expandió una campaña para instar al público en el estadio a silbar a la mandataria, cosa que no ocurrió.
En ese clima, corrió el rumor de que la Presidenta no iría a la inauguración de la Copa, pero tampoco ocurrió esa especulación. En una entrevista desde el estadio con la Televisión Nacional explicó por qué decidió ir a la cancha a pesar de los rumores.
"No podíamos no estar en una noche tan especial, acompañando a la selección. La mayoría de los presidentes se quedó en Bruselas (estaban en la Cumbre Celac-UE), pero yo viajé, porque no podía dejar sola a la selección. Esta es una noche especial y es una gran fiesta de América, pero también de Chile. Espero que podamos dar una gran acogida a todos quienes han venido a acompañar a sus equipos. A Chile le tiene que ir bien y espero que hoy sea un muy buen inicio. Vamos a ganar", dijo Bachelet antes de dirigirse a su lugar en el palco del estadio.
Se sentó en la cancha junto a la ministra del Deporte, Natalia Riffo, y el presidente de la Federación Chilena de Fútbol (ANFP), Sergio Jadue. No hubo autoridades de la CONMEBOL ni de la FIFA, sólo representantes en sus nombres.
