Les toca a pararse en el lugar preponderante del fútbol europeo y tendrán la obligación de dejarlo al tope del mástil, en el que flameará la bandera alemana. Es este sábado, a las 15.45 de la Argentina, con la transmisión en directo de ESPN y Fox Sports, en el gigante de Wembley.
No importan los favoritismos en la revolución del fútbol de Alemania. Casi nada cuenta que el poderoso sea Bayern Munich. Borussia tiene una fuerte consideración. Ambos se ganaron papeles dominantes tras haber eliminado a Barcelona y Real Madrid, respectivamente. Ya nadie podrá arrebatarles esos laureles. No todo será el trofeo. Habrá, además, un premio suculento: en total, con las etapas antes superadas, el campeón embolsará un premio de 70.000.000 de euros (35.000.000 sólo por la final).
Justo cuando la Bundesliga está cumpliendo 50 años, dos de sus representantes se posicionaron en los principales escalones. La historia empezará a entenderse a partir de un modelo de estructuración, de clubes saneados y de centros de formación de jugadores únicos en el Viejo Continente. Y la expansión, a la luz de los resultados, se mantiene más latente que nunca. Como si fuera poco, se habla de la Liga que más espectadores convoca y la que mantiene los precios más bajos en las entradas (la más cara cuesta 55 euros, casi tres veces menos que en España). No precisan de salvadores ni de grandes inversionistas para armar los planteles.
Bayern Munich es el gigante que barrió a Lionel Messi y compañía de la Liga de Campeones. La serie terminó 7-0 en favor de los alemanes. Ni un mínimo margen quedó para la discusión. El entrenador, Jupp Heynckes, parece hecho a medida del equipo, pese a que dirige sus últimos partidos. Jugadores de la talla de Jerome Boateng, Bastian Schweinsteiger, Arjen Robben, Thomas Müller y Franck Ribéry, entre otros, serán una explosión en sí mismos.
Borussia Dortmund parte desde conceptos mucho más humildes. Jürgen Klopp es un director técnico que hace furor en Europa y que, en 2008, pasó con honores del modesto Mainz a la marquesina principal de la Bundesliga. De su mano llegaron tiempos prósperos con la conquista de los títulos en las temporadas 2010/11 y 2011/12, en la que peleó mano a mano con Bayern Munich. Eso sin contar la Copa de Alemania en 2011/12. Tiene un gran goleador: Robert Lewandowski, que descolló en el mano a mano con Real Madrid. Por él ya se pelean los clubes más poderosos de Europa. Hizo todos los goles en el 4-1 en el primer partido y de nada importó el éxito merengue (2-0) en el desquite.
La gloria reverdecerá, ya que el último campeón alemán en la competencia fue Bayern Munich, que se impuso en 2001. Ese equipo, meses después, venció al Boca de Carlos Bianchi en la Copa Europeo-Sudamericana. El equipo buscará el quinto título continental, mientras que para Borussia Dortmund sería la segunda conquista.
Hay prudencia por todos lados, incluso de los más curtidos. "No llegamos con soberbia a Wembley, tampoco arrogantes ni prepotentes. Sabemos todo lo que puede ocurrir en una final", dijo el legendario Karl-Heinz Rummenigge, presidente de la junta directiva de Bayern Munich.
Otra etapa empezará en Bayern Munich, campeón alemán, a partir de junio, cuando Pep Guardiola asumirá la dirección técnica del conjunto. Borussia Dortmund, sin tanto glamour, apuesta por los argumentos que lo trajeron hasta un lugar de privilegio. Es sólo un asunto de dos. La dedicatoria: de Alemania para el mundo. Será un verdadero duelo de campeones.
Fuente: Cancha Llena