El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, volvió a la carga, a la defensa encendida de la ofensiva contra Gaza. En una comparecencia televisada en todo el país, defendió que “no hay guerra más justificada que esta”. Confirmó que su Ejército está listo para una operación aún más larga —ya lleva 21 días— y que “no van a parar” hasta lograr su objetivo esencial: la “neutralización de los túneles” de las milicias. Es la primera fase de la desmilitarización total de la Franja que reclama Israel.
Su discurso, breve y contundente como de costumbre, tuvo un mensaje de ánimo a la población. “Sabíamos que vendrían días difíciles”, remarcó.
Los ataques de Israel a la Franja de Gaza se han cobrado al menos 1.034 vidas de palestinos y otros 6.233 heridos desde que comenzara la ofensiva israelí el pasado 8 de julio, según un informe del Gobierno Palestina.
Las cifras que resultan de 20 días de ataques sobre la Franja de Gaza son escalofriantes. Alrededor de 200.000 palestinos se han visto obligados a abandonar sus hogares y desplazarse forzosamente a otro lugar, ya que unas 23.100 casas han resultado dañadas por los bombardeos Israel, afirma el informe.
Otro de los efectos de los bombardeos sobre Gaza se puede observar sobre el acceso a servicios básicos. Hasta el día de hoy, alrededor de 1.200.000 palestinos no tienen electricidad y agua en sus hogares.
Las fuerzas militares israelíes han fijado como objetivos hospitales, escuelas y otros espacios públicos. Como resultado 120 colegios han sido dañados, 18 mezquitas demolidas, otras 64 dañadas así como dos iglesias cristianas.
El informe también señala que seis hospitales y 10 clínicas de atención primaria de salud fueron dañados, 34 centros de salud estaban cerrados, 12 ambulancias resultaron dañadas, y 38 personal de salud heridos; dos farmacéuticos, dos paramédicos y un administrativo murieron después de los ataques aéreos israelíes.
Netanyahu habló poco más de una hora después de que cuatro israelíes muriesen por disparos de mortero a dos kilómetros de la frontera con la Franja. Seis personas más resultaron heridas, al menos dos en estado crítico. No hay sistema de alarmas para un mortero, de ahí que las víctimas no se afanasen en buscar un refugio. Es el segundo ataque de esta naturaleza en lo que va de ofensiva. Se produjo en campo abierto, en un punto donde se concentraba una multitud.
Fuente: El País/Público.es