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El jefe de Gabinete Jorge Capitanich atribuyó a una operación orquestada desde el establishmen financiero en sintonía con los fondos buitre la presión sobre la cotización del dólar ejercida por el mercado ilegal de divisas, que cotizó a más 15 pesos el dólar en la jornada del miércoles. Los bancos, los dueños de los medios y empresas norteamericanas como American Airlines, que restringió la venta de pasajes a 90 días como máximo, son parte de la maniobra para desestabilizar la política cambiaria, alegó el funcionario ante los periodistas de Casa Gobierno este jueves en la mañana.
"El del dólar paralelo es un mercado ilegal propiciado por los bancos del sistema financiero argentino e internacional. Las cuevas financieras no existirían si no existirían los bancos que especulan y alimentan la vigencias de éstas cuevas", acusó Capitanich.
Apuntó también contra los fondos buitre y los medios que informan sobre la situación de la cotización del billete norteamericano. "Saben que a través de una estrategia mediática ponen el precio que se les ocurre, promoviendo su crecimiento y realizando un ataque especulativo", describió el ministro coordinador.
"Los fondos buitre son un grupo minúsculo que atacan a la Presidenta, impiden el financiamiento argentino y buscar pactar con el nuevo teórico argentino que quiere ser presidente", apuntó Capitanich. "Juegan a la política", agregó.
El jefe de Gabinete acusó también a la empresa estadounidense American Airlines de montar una "operación para generar incertidumbre cambiaria" y de formar parte de una serie de "ataques especulativos contra el país" al limitar a 90 días el plazo para la venta de pasajes por falta de divisas.
"La postura de American Airlines es parte de una agenda de operaciones permanentes de empresas tendientes a generar incertidumbre cambiaria y ataques especulativos contra el país", aseguró Capitanich.
Kicillof reveló que un lobbysta avisó de un plan contra el país
El ministro de Economía, Axel Kicillof, reveló que los fondos buitre crearon un plan de cinco puntos para condicionar al país y señaló al operador de estos sectores especulativos y ex funcionario de Estados Unidos Carlos Gutiérrez como la persona que hizo conocer el plan al Gobierno argentino en el marco de una reunión con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
“Nada es casual. Hay un plan de los buitres de cinco puntos: un ataque a la moneda, un ataque especulativo para forzar una devaluación; el ataque contra la Presidenta, que recordarán todas esas versiones sobre la hija de la presidenta; impedir el pago local de los próximos vencimiento; bloquear el financiamiento de la Argentina en cualquier otro mercado y un quinto punto era esperar al 2016 para arreglar al cuestión”.
Carlos Gutiérrez expuso esos puntos en agosto en el marco de una reunión con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, que lo recibió por ser un ex funcionario y antes de enterarse de que había sido contratado por el dueño del mayor fondo buitre que litiga contra el país, Paul Singer, como operador local contra los intereses nacionales.
Se trata de un cubano que llegó a secretario de Comercio de Estados Unidos durante la administración de George Bush. Fue considerado“la voz de las empresas en el gobierno”, al que llegó luego de desempeñarse como presidente del directorio y funcionario ejecutivo principal de Kellogg Company. Desde allí, entendió la importancia de sumarse al mundo político y fue presentado por el entonces presidente norteamericano como una persona que "comprende el mundo de los negocios de arriba abajo, sabe exactamente qué es necesario para ayudar a las empresas estadounidenses a crecer y generar empleos".
"Creo que el siglo XXI es real y verdaderamente el siglo de los Estados Unidos", lanzó en uno de sus discursos.
Los fondos especulativos sumaron artillería política de alto rango para fortalecer cada vez más su poder de lobby en el conflicto que mantienen con la Argentina. Según publicó este jueves el New York Post, el millonario Paul Singer contrató para que haga lobby a su favor a la firma consultora de Madeleine Albright, quien fue secretaria de Estado de los Estados Unidos durante la presidencia de Bill Clinton. También sumó a Carlos Gutiérrez, quien utilizó sus viajes a la Argentina para intentar impulsar la oposición al Gobierno, según las fuentes consultadas por el prestigioso diario norteamericano.
