La demanda de naftas cayó 70 por ciento, mientras que la de gas oil lo hizo un 50 por ciento en el país. Así lo informó el CEO de YPF, Daniel González, en un video casero grabado en su casa. El ejecutivo de la petrolera que concentra la mayor porción del mercado de los combustibles en el país agregó que la demanda de las aerolíneas cayó 90 por ciento.
Esos son en grandes líneas los efectos del aislamiento sobre el mercado nacional de los combustibles. A la vez, González afirmó que la producción de gas de la compañía nacional se contrajo en torno al 15 o 20 por ciento por la caída en la demanda.
Este golpe del mercado interno se produce ante una petrolera devastada por la crisis terminal en la que se encuentra YPF desde fines del macrismo. Las acciones de la petrolera repatriada están por el piso, en su peor valor de la historia. Antes de la aparición de la pandemia, YPF presentaba serios problemas de caja y había decidido recortar inversiones para subsistir.
"La producción de petróleo está prácticamente sin afectación", aseguró el CEO de YPF. Advirtió al mismo que tiempo que "hemos dejado de perforar y completar pozos estamos terminando de dejar los últimos pozos nuevos y los equipos en condición segura".
"La producción de gas si está empezando a caer con la demanda, ya está 15 a 20 por ciento abajo de lo que venía", dijo.
Si bien aseguró que la producción de crudo se mantiene en los niveles previos a los efectos de la pandemia, admitió que refinación se contrajo "entre 30 y 40 por ciento en promedio". Esto es "para adecuarnos a un nivel de demanda mucho más bajo", puntualizó.
González sostuvo que todas las estaciones de servicio de la petrolera están abiertas. No así las tiendas de la empresa, un rubro en el que sólo están operativas "aquellas que son estrictamente necesarias".
La reducción de los volúmenes refinados "nos va a dejar con la necesidad de exportar crudo a precios bajos", remarcó. Como consecuencia, "nuestros ingresos claramente van a para ser afectados negativamente", advirtió.
YPF tiene a 15.000 trabajadores de diversas áreas ocupándose de sus tareas de forma remota desde que se profundizó la crisis por la expansión mundial del coronavirus.