Con su aparición en la primera jornada del festival Cosquín Rock, el sábado a la noche, Pity Álvarez y sus Viejas Locas se convirtieron en una de las grandes sorpresas del día.
Sin embargo, después hubo más actividad inesperada sobre el escenario: Pity acompañó a Charly García en el cierre de la noche.
Todo comenzó cuando el escenario alternativo lució un gran telón blanco que cubrió todo su frente y unas siluetas comenzaron a moverse cada vez más caricaturescamente, mientras la expectativa crecía entre la gente, que enseguida los reconoció: era Pity, con sus tradicionales lentes y un saco rojo, que se paró y cantó los clásicos de su banda.