Rechazan a su familia; cortan el contacto con los antiguos amigos y dejan de ver la televisión. He aquí tres de los signos que pueden ayudar a identificar a un yihadista, de acuerdo a una campaña puesta en marcha tras el atentado a la revista Charlie Hebdo en enero pasado por el Gobierno francés para hacer frente al terrorismo islámico. En la web que han creado las autoridades galas, se incluye también un video donde se desmitifican todas las visiones idealizadas de la guerra santa con la que se suele realizar proselitismo. La campaña no pide de manera explícita que se delate a los "sospechosos", pero proporciona un teléfono gratuito para "las dudas de los ciudadanos".
La ilustración infográfica que aparece en el mencionado sitio web sugiere que los yihadistas pueden también reconocerse porque cambian “brutalmente sus hábitos alimentarios” y abandonan la escuela o la formación profesional , aduciendo que el sistema de enseñanza forma parte del complot. Según el Gobierno francés, los extremistas dejan de escuchar música y de ver televisión, para sustraerse a cualquier influencia negativa que los aparte del camino. Tampoco van al cine, ni practican deportes como la natación, dado que la mayoría de ellos se ejercitan en compañía de mujeres.
Es también habitual que cambien su aspecto físico y su indumentaria. En el caso de las féminas, las ropas ajustadas se reemplazan por vestidos anchos que cubren todo el cuerpo. Por último, el retrato elaborado por los franceses sugiere que los yihadistas dejan de realizar vida social o, en todo caso, ésta sólo consiste en visitar los espacios virtuales o los lugares físicos frecuentados por colegas de ideas afines.
Este perfil elaborado por el Gobierno del país vecino es el principio de una campaña contra el terrorismo mucho más ambiciosa a la que piensan dedicar algo más de 430 millones de euros. El anuncio de su puesta en marcha fue realizado por el propio primer ministro, Manuel Valls, dos semanas después de los atentados de París. De momento, hay una web y un hashtag (#Stopdjihadisme). El mensaje esencial que transmiten los textos podría resumirse de este modo: “Si estás pensando en unirte a ISIS, mala idea”.
Las autoridades francesas precisan que cada caso de radicalización es específico y presenta variantes. No obstante, pide a los familiares o a los amigos que se pongan en alerta cuando concurran varios de los rasgos del retrato y proporcionan un teléfono gratuito para resolver cualquier duda. En la ilustración no se pide de manera explícita que se delate al sospechoso.
Fuente: diásporas.es