Por Damián Juárez
Para Télam
Las PASO que tendrán lugar mañana en la provincia de Santa Fe marcarán para Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta la posibilidad de llegar fortalecidos o un poco debilitados al último tramo de la campaña rumbo a las primarias del 13 de agosto, porque uno de los dos, quien pierda, pagará el costo de sumar una derrota a menos de un mes de la elección nacional.
En Santa Fe, el jefe de Gobierno porteño respalda la postulación para gobernador del dirigente de extracción radical Maximiliano Pullaro, mientras que Bullrich se inclina por la experiodista Carolina Losada.
No es una elección más, ya que desde el sector de Bullrich-Losada escalaron el debate con el rival interno hasta el extremo de acusarlo de tener vínculos con el narcotráfico, y también advirtieron que no colaborarán con Pullaro en caso de que este sea el ganador.
Se espera que tanto Bullrich como Larreta visiten en la noche del domingo los búnkeres electorales de los dos precandidatos santafesinos, a los efectos de intentar capitalizar la situación.
Si gana Pullaro, Larreta podrá mostrar que en esta oportunidad supo apostar nuevamente por el ganador, como ya ocurrió en otros distritos, ya que le jefe de Gobierno respaldó a los ya gobernadores electos Claudio Poggi en San Luis, Marcelo Orrego en San Juan y a Leandro Zdero en Chaco, quien ganó las PASO de Juntos por el Cambio en esa provincia.
En el caso de Bullrich, si logra levantarle la mano de ganadora a Losada sería su primer triunfo nacional importante, a la vez que una derrota implicaría un duro golpe, considerando que esta misma semana también estuvo en Rosario respaldando a su candidata, con un discurso basado en el combate al narco y en la inseguridad.
Al margen de esta visita santafesina, Bullrich está concentranda su agenda por estos días en el conurbano bonaerense, con una doble estrategia: consolidar a su candidato a la gobernación, Néstor Grindetti, y por otro lado intentar hacer una diferencia en votos en distritos donde su discurso firme contra la inseguridad prende con mayor facilidad.
Larreta, en tanto, sigue con su estrategia de anunciar propuestas con ejes temáticos, y en la última semana fue el turno de la iniciativa para el sector agropecuario, como también de sus propuestas para combatir la inflación.
Lejos de Santa Fe, en la Ciudad de Buenos Aires la dura interna entre macristas y larretistas se saldó con la renuncia de Franco Rinaldi a su postulación como primer candidato a legislador porteño en la lista de Jorge Macri.
El politólogo terminó abandonando su postulación luego de la polémica por sus declaraciones homofóbicas y racistas: Jorge Macri lo sostuvo todo lo que pudo, pero la fuerte insistencia de parte del sector de Lousteau para que decline su postulación, más la polémica social que generaron sus declaraciones, terminaron de inclinar la balanza.
Pasada la PASO de Santa Fe, los ojos de JxC se inclinarán hacia la provincia de Chubut, donde las encuestas auguran una buena elección para el senador Ignacio "Nacho" Torres, quien se presenta como candidato a gobernador en esa provincia patagónica.
Los comicios son el 30 de julio, quince días antes de las PASO nacionales, y si bien Torres no es marcadamente ni de Larreta ni de Bullrich, ambos precandidatos presidenciales apuestan a su triunfo para posicionarse.
En tanto, la semana que pasó Bullrich también debió lidiar con la discusión pública sobre su pasado en la década de los '70, impulsada tanto por sectores del kirchnerismo como por referentes de la propia coalición opositora.
Como ejemplo, el senador Miguel Pichetto, enrolado en el larretismo, salió a sostener que la idea de "todo o nada" expresada por Bullrich en alguno de sus spots tiene que ver con su "ADN originario", aludiendo al pasado de la precandidata presidencial como militante de la Juventud Peronista asociada a Montoneros.
"'Todo o nada' me parece un concepto no apropiado para el sistema democrático; si estuviéramos en la Sierra Maestra o en el levantamiento en Nicaragua, que mirá como termina Ortega también. No creo en eso. Hay que tener cuidado con las palabras", cuestionó Pichetto.
Cuando le preguntaron si las expresiones de Bullrich tienen que ver con su pasado en la década del 70', Pichetto dijo que "uno siempre tiene un cierto ADN originario y, además, mucho más desde joven, cuando uno se impregna de algunas visiones".
"¿Cuál es Bullrich? ¿La de Montoneros, la que estaba con Menem, con Carrió, o la que trataba a Macri de delincuente?", se había preguntado por su parte el precandidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa.
Bullrich, en sus declaraciones públicas, reconoció haber militado en la JP, pero rechazó haber pertenecido a Montoneros.
"Yo asumo lo que hice. Yo estuve en la Juventud Peronista. La Juventud Peronista reivindicaba Montoneros, pero yo soy una de las pocas argentinas que hizo una autocrítica clara sobre el mal que le hace la violencia a la política", declaró.