El politólogo Atilio Borón analizó que es "superficial" hablar de poschavismo. “Ahora habrá un nuevo bloque histórico que perdure mucho más allá del horizonte vital del fundador del movimiento", ensayó. 
El politólogo Atilio Borón evaluó que el deceso de Chávez significará la “coagulación del chavismo como una corriente política idelógica de la izquierda en América Latina”, a pesar de los pronósticos de otros analistas que hablan de "poschavismo".
El sociológo explicó en una entrevista a Télam el panorama político y económico que deja el fallecimiento del líder venezolano, ocurrido el último martes a causa del cáncer que padecía desde hacía casi dos años, y pronosticó un futuro estable para un supuesto período gobernable de Nicolás Maduro.
“La muerte de Chávez ciertamente produce un vacío difícil de llenar porque se trata de un líder dotado de una enorme capacidad de creación de consensos y de concretar en los hechos el espíritu unitario propio de los ideales bolivarianos”, analizó.
“Esto significa que el avance del proceso de emanicipación económico, social y político demuestra que la región va a tener un estilo de conducción diferente a lo que era antes”, dijo.
El analista remarcó que si bien “no hay nadie que pueda ocupar ese lugar”, la dinámica del proceso de integración de América Latina “va a descansar de manera creciente sobre los acuerdos e iniciativas que tomen los gobiernos de la región, sobre todo los más consustanciados con el ideal bolivariano y sanmartiniano de la unidad”.
“Hay mucha gente que habla con superficialidad como Rodolfo Terragno, Jorge Altamira y Beatriz Sarlo, quienes en distintos análisis hablan de un `postchavismo` cuando en realidad si algo va a acontecer con la muerte de Chávez es la coagulación del chavismo como una corriente política idelógica de la izquierda en América Latina”, puntualizó.
“Esto, lejos de ser un fenómeno exclusivo en América Latina, también fue observado en otras latitudes por ejemplo en la India, a partir de la asesinato de Mahatma Ghandi, y pese a eso la enorme presidencia del movimiento social que ellos lideraron en torno al Congreso”, ejemplificó.
El sociológo volvió sobre la muerte de Chávez y utilizando el concepto de Antonio Gramsci dijo que “ahora habrá un nuevo bloque histórico que perdure mucho más allá del horizonte vital del fundador del movimiento".
"Eso es lo que América Latina necesita, un chavismo muy robusto para seguir profundizando el proceso de integración de nuestros pueblos y de defensa encontra de las agresiones del imperialismo”, resumió.
En cuanto al futuro político, recordó que “Chávez dijo que el candidato a sucederlo es Maduro, que hay que votar a Maduro y la continuidad del proceso es Maduro y por más que haya sectores que se resistan, no creo que ninguno que se resista a esa posición”.
El politólogo hizo referencia a las distintas figuras que forman parte del gobierno de Chávez y que podrían ambicionar sucederlo, como el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.
“El está solidario con esa decisión que tomó Chávez, sabe que sería un riesgo enorme porque fracturaría al Chavismo si él quisiera enmendar la palabra de lo que Chávez ha designado. Eso sería un error tremendo”, consideró.
No obstante, reconoció que “internas puede haber” porque “en todos los partidos políticos las hay” pero entiende que en este caso, serán “preservando la unidad del conjunto”.
“En este momento se ha notado que hay una consolidación de las facciones dentro del chavismo, que se ha unificado porque ellos saben que si entran en una dinámica de centrifugación, la derecha puede atacarlos”.
“El chavismo sólo puede ganar unificado y si hay dos chavismos pueden ganar Henrique Capriles y la Embajada norteamericana”, opinó.
Por el contrario, sostuvo que “si Maduro hace una gestión buena, fortalece vínculos con los movimientos populares y logra contar con el permanente aval del Ejército, que hasta ahora eso está garantizado, eso puede abrir una dicusión recién en 6 años cuando termine el mandato, pero no antes de 6 años”.
En cuanto a la oposición, consideró que ahora “la derecha tiene un dilema”, porque "el mejor hombre era Capriles y tiene que definir si lo va mandar a perder por segunda vez, o si va a poner a alguien de reemplazo para perder y no quemar a su figura más importante", estimo
"Pero esto último puede ser una derrota demasiado significativa que pudiera impedir la resurreción del antichavismo cuando sea necesario”, agregó.
Por último, Borón relativizó los problemas económicos que pudieran surgir a partir de la ausencia Chávez: “Venezuela tiene problemas como cualquier país, pero ha dado muestras de que puede salir adelante sin Chávez. No hay ninguna situación que haga preever un colapso económico por ingobernalidad”.
