Con 44 votos a favor, del oficialismo y el Frente de Todos, y sólo tres en contra la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de reforma de la Suprema Corte que impulsó, en primera instancia, el cornejismo para eliminar la Sala II.
Tras semanas de intensas discusiones y señalamientos de los detractores de la idea -porque arremete con el último bastión de poder que no dominaba por completo el exgobernador- finalmente los jueces del máximo tribunal consensuaron un proyecto que también elimina el sistema de salas, aunque lo hace de manera paulatina, y habilita la conformación de un pleno de la Corte con la votación de 3 jueces.
Los tres votos en contra fueron de José Luis Ramón (Protectora-FdT), Mercedes Llano (PD), ex aliada del oficialismo y muy crítica por el avasallamiento contra el Poder Judicial, y Emanuel Fugazzotto (Partido Verde).
"Desde el PD hemos impulsado proyectos para revertir el proceso de erosión de nuestra república. con esto me refiero también a todos los órganos de contralor. Avanzo sobre el Tribunal de Cuentas, designando a un presidente de esta cámara, avanzó sobre la justicia, designando a un ministro de Gobierno, y los distintos partidos han designado a ministros de Gobierno, han avanzado sobre la oficina de Ética Pública nominando a una persona afín al Gobierno", argumentó Llano, quien ya ha advertido sobre el modo de construcción de poder del cornejismo.
"Buscan garantizar la concentración en manos del oficialismo en la suprema corte de las potestades juridiccionales y administrativas. Se ha naturalizado el avance de la política sobre el poder judicial, la cooptación de la política sobre los órganos de contralor. Este proceso va a dando a nuestro sistema político visos de un sistema feudal, caudillista, que genera enormes daños", siguió la legisladora.
Llano criticó también el proyecto emanado por los jueces, del cual dijo "es un parche que no hace sino dilatar la aplicación de la reforma original en el 2023, sin abordar el problema de fondo, que consiste en la partidización. Para que una reforma estructural fuese creíble debería haberse establecido una mayoría calificada para la elección de jueces". Remarcó como medida complementaria la elección de jueces de la Corte que no hubieran tenido cargos políticos.
Una verdadera reforma, apunto Fugazzotto, debería hacer que la Corte trabajara como un tribunal de excepción. Reclamó una especialidad en materia ambiental, "porque los delitos ambientales son cada vez mayores. La Corte debería tener especialidad ambiental y de familia. Hoy nos encontramos próximos a un debate sobre la 7722, y si se va a la Corte probablemente salga en contrario".
Ramón subrayó que el proyecto fue discutido en el seno de la Corte porque "hay una sala que dicta fallos en contra del Ejecutivo. ¿Dónde está el consenso y el acuerdo, cuando acá el Ejecutivo dice que no le gustan los fallos de la Sala II de la Corte?"
"¿Quién dice que hubo un acuerdo en la Corte, no hubo acuerdo, hubo acuerdo entre los jueces, que dijeron bueno vamos a dilatar un año la eliminación de la sala que tanto perjuicio nos da. ¿Quién es el ideólogo de esto, el gobernador Suarez, o el exgobernador Cornejo senador de la Nación? quien impulsa esto no es Garay, es el subsecretario de Justicia, que está hoy en el recinto. Suarez no se quiso ni meter, porque el proyecto es del exgobernador, que pretende la hegemonía total para presentarse en las próximas elecciones y gobernar como un rey", soltó Ramón.
"¿Podemos consentir que el Poder Ejecutivo le imponga a los jueces que se pongan de acuerdo con un proyecto para que vengamos y lo aprobemos nosotros? Eso no es la república", siguió.
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