Con su partida del mundo a los 86 años, Héctor Recalde deja detrás suyo un rico legado como abogado laboralista, siempre en defensa de los trabajadores, además de un amplio recorrido por el sindicalismo argentino, por la universidad pública y por la Cámara de Diputados de la Nación.
Nacido en el seno de una familia trabajadora del barrio porteño de Colegiales el 29 de mayo de 1938, hijo de colectivero, se recibió como abogado en 1961 en la Universidad de Buenos Aires.
En esa casa de estudios fue docente en la propia Facultad de Derecho, en la Facultad de Ciencias Sociales y en el Ciclo Básico Común.
Peronista desde muy joven, Recalde se unió en 1964 a la Confederación General del Trabajo, donde fue asesor del dirigente textil Andrés Framini.
Tras el golpe de Estado de 1976, debió exiliarse durante un año en Uruguay, y al volver siguió vinculado al gremialismo y a la defensa de los derechos de trabajadores.
Con la recuperación democrática, le encomendaron escribir la plataforma laboral del Partido Justicialista de cara a las elecciones de 1983, y en 1987 redactó el comunicado de la CGT en contra de la asonada militar carapintada.
Desde esa época empezó a escribir numerosos libros y publicaciones de su autoría, la mayoría referidos a la protección de derechos laborales, su mayor área de expertise.
En los años 90, la figura de Recalde cobró mayor visibilidad a partir de su activismo permanente en contra de las políticas de flexibilización laboral del gobierno de Carlos Saúl Menem.
Actuó en las filas de la CGT-Brasil, que encabezaba el dirigente cervecero Raúl Ubaldini, enfrentado a la línea de “los gordos” que apoyaron las políticas del menemismo.
En 1991, cuando el líder sindical fue candidato a gobernador bonaerense, Recalde lo acompañó como cabeza de lista de diputados nacionales.
A lo largo de esa década, coincidió con el líder camionero Hugo Moyano al participar del Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA), la línea rebelde de la CGT que confrontaba con “los gordos”.
De esa época se recuerda que durante el gobierno de la Alianza, Recalde denunció las coimas en el Senado durante la votación de la llamada “ley Banelco” de reforma laboral.
Cuando Moyano asumió al frente de la CGT como secretario general, Recalde lo acompañó como jefe de asesores letrados en la central obrera, y tuvo un rol destacado.
En el año 2005, Recalde se convirtió por primera vez en diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, en representación del entonces gobernante Frente para la Victoria.
Como legislador kirchnerista, denunció en 2007 a un grupo de empresarios que intentaron sobornarlo por 20 millones de dólares para no avanzara una ley impulsada por él para la eliminación de los “tickets canasta”, entre ellos el director de la Cámara de Empresarios de Servicios de Vales Alimentarios y Similares (CEVAS).
Finalmente el proyecto fue aprobado sin cambios en noviembre de ese año y los empresarios fueron juzgados, aunque recibieron una sentencia menor.
Durante su ejercicio como diputado del FPV, Recald e fue un ferviente defensor de las reestatizaciones de empresas que habían sido privatizadas en los años 90, así como la estatización de las AFJP.
Ocupó una banca en la Cámara baja hasta el 2017, y tuvo un rol protagónico los últimos dos años cuando le tocó desempeñarse como presidente de la bancada.
Uno de los proyectos de ley de su autoría que aún no pudieron ver la luz, y que fue objeto de controversia, fue el que planteaba la participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas.
Actualmente Recalde ocupaba un lugar en el Consejo de la Magistratura.
Recalde tuvo tres hijos: Leandro, Mora y Mariano, éste último de extensa trayectoria política.