A poco más de un año del femicidio de Agostina Trigo, el juez penal Armando Martínez condenó a prisión perpetua a Diego Armando Caballero (35), quien se declaró culpable. Por el crimen de la joven, y la inacción policial y judicial hubo en el Este marchas en reclamo de justicia que fueron reprimidas ante las cámaras de TV.
Agostina tenía 22 años y el domingo 3 de julio del año pasado salió de su casa hacia una supuesta entrevista de trabajo. El lunes 4 su abuela, Gladis Domínguez, llamó al 911 para denunciar que su nieta había desaparecido la noche anterior. El miércoles el cuerpo de Agostina fue hallado en un galpón abandonado en Buen Orden.
Tiempo después las pericias hallaron material genético de Diego Armando Caballero en el lugar del hallazgo del cadáver y en el cuerpo de Agostina. Peritajes en el celular de la víctima también vincularon a Caballero con el crimen.
Marchas y represión
Por el femicidio de Agostina, que coincidió con otros dos que conmocionaron al Este, hubo marchas y pedidos de justicia en las calles de ese departamento, una de las cuales fue respondida con represión policial.
Correpi repudió la represión en la marcha por el femicidio de Agostina Trigo
La procuración, en manos del cornejista Alejandro Gullé, fue más allá y dijo que iniciaría una causa por los daños en el mobiliario generados en medio de la protesta por el crimen de Agostina.
El día de la marcha, frente a las cámaras de tv, se vio a un grupo de encapuchados que se mezcla con los manifestantes y comenzó a tirarle piedras a la policía. También quemaron contenedores de basura. Luego todo se desmadró y hubo piedrazos contra la sede del Ministerio Público.
Este tipo de operativos de infiltración sirve a los fines de quienes buscan descreditar este tipo de protestas y correr el foco del reclamo de justicia, poniendo el acento en la supuesta violencia de los manifestantes.
Cuando la marcha ya estaba desarmada, la Policía de Mendoza se dedicó a detener y llevarse presas a varias chicas y chicos que habían participado de la marcha, a cara descubierta, junto a familiares y amigos de Agostina. Muchos de ellos pasaron la noche en un calabozo.
