Un clásico de la danza, Coppelia, se presentará en el Teatro Independencia, bajo la dirección de María Cristina Hidalgo y Shirley Jorquera con una doble función, el viernes 15 y sábado 16 de mayo, a partir de las 21.30.
En esta oportunidad el ballet clásico, con música de Léo Delibes, contará con la actuación especial de Ciro Tamayo y Giovanna Martinatto, ambos bailarines del Ballet Nacional Sodre, de Uruguay, dirigido por el maestro Julio Bocca. A ellos se suma el cuerpo de baile mendocino de María Cristina Hidalgo, entre quienes figura Inés Riveros.
Esta reposición del repertorio clásico internacional, basado parcialmente en un relato de Los cuentos de Hoffmann, será realizada en forma completa (tres actos) y cuenta con la adaptación coreográfica de las mendocinas Shirley Jorquera e Inés Riveros.
Una vez más las coreógrafas mendocinas apuestan al ballet junto al productor porteño Martín Boschet, con quien trabajaron en el montaje de El Cascanueces en 2013 (con la participación del brasileño Danis Vieira) y El Lago de los Cisnes en 2014 (reposición que tuvo la actuación del estadounidense Aaron Robison, primer bailarín del Houston Ballet y gran elenco).
Las entradas costarán $80 (Paraíso y Tertulia), $150 (Plateas y palcos altos), $200 (Plateas y palcos bajos) y $250 (Vip) y podrán adquirirse en la boletería del Teatro (Chile y Espejo, de Ciudad), de martes a sábado de 11 a 15 y de 18 a 21.
Sobre la obra
Coppélia es un ballet sentimental y cómico con coreografía original de Arthur Saint-Léon para un libreto de ballet de Saint-Léon y Charles Nuitter y música de Léo Delibes. Está basado en una historia macabra de E.T.A. Hoffmann titulada "Der Sandmann" ("El hombre de arena"), publicada en 1815.
El ballet se estrenó el 25 de mayo de 1870 en la Ópera de París, con Giuseppina Bozzachi en el rol principal. Sus primeros éxitos fueron interrumpidos por la Guerra franco-prusiana y el cerco de París, pero eventualmente pasó a convertirse en el ballet más interpretado en la Ópera Garnier.
La historia trata acerca de un inventor misterioso y pálido, el Doctor Coppélius1 que tiene una muñeca danzante de tamaño real. Parece tan realista que Franz, un pueblerino se enamora de ella, dejando de lado a su verdadero amor, Swanilde, que en el Acto II le muestra su locura, al vestirse como una muñeca y pretender cobrar vida.
Los divertissements festivos para el día del matrimonio en las calles del pueblo que ocupan el Acto III son a menudo eliminados en las versiones danzadas modernas, considerando que una de las entrées tienen las primeras czardas presentado en un ballet. Si el Frankenstein de Mary Shelley representa el lado oscuro del tema del científico como dador de la vida, entonces Coppelia es el lado ligero. Si Giselle es una tragedia que sucede en un pueblo de campesinos, entonces Coppélia es una comedia en el mismo escenario. La parte de Franz fue danzada en travestie, una convención que agradó a los miembros masculinos del Jockey-Club de Paris y se conservó en París hasta la Segunda Guerra Mundial.
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