El gobernador electo Alfredo Cornejo repasó el presente de la Provincia y gestiones concretadas en su reciente gira por Estados Unidos en busca de prestamistas e inversores. Entre las definiciones esgrimidas por el radical, la financiación de la producción local al menos en la temporada en marcha en la agricultura dependerá de las líneas que disponga el gobierno nacional que asuma el 10 de diciembre.
En un escenario de crisis financiera, Cornejo advirtió que no hallaron con sus colaboradores nichos de efectivo como para fondear los entes de crédito estatales para la actividad productiva, como el Fondo de la Transformación y el Crecimiento. Dijo que sus referentes en materia financiera y económica, Martín Kerchner, Enrique Vaquié y Gabriel Fidel, ya estuvieron tratando la situación con sectores de la producción a los que comunicaron la sequía de las arcas públicas en función de la financiación de tareas como la vendimia.
Enfocado en la deuda contraída y el déficit estructural que presenta Mendoza (gasta en el día a día más de lo que recauda), el electo sostuvo que por ahora no hay chances de un gran plan de financiamiento provincial a la producción. Centró el rol del gobierno local en ese aspecto en las gestiones y líneas de crédito pueda abrir con la futura administración nacional.
En cuanto a la deuda provincial en pesos, consideró un camino similar como la salida menos traumática. Esto es, que el Banco Nación refinancie el total de la deuda que tiene la Provincia con la entidad en concepto de adelantos para pagar los salarios en tiempo y forma, un mecanismo que dejó de funcionar aceitado después del fracaso estrepitoso de la estrategia electoral del oficialismo que encabezó el gobernador Francisco Pérez, también presidente del PJ de Mendoza. Dijo Cornejo que en lo inmediato -esto es: para los sueldos de noviembre, diciembre y el aguinaldo- no ve otra posibilidad de evitar un estallido que no sea un arreglo con el Banco Nación.
Cornejo ratificó que el propio Pérez le comunicó que la presidenta Cristina Fernández había advertido que ayudaría a superar la crisis financiera hasta diciembre y que desde entonces se las arregle el electo en la provincia con el presidente que surja del balotaje del 22 de noviembre.
Asimismo, las posibilidades de conseguir financiamiento en dólares a tasas internacionales en el mercado de divisas de Estados Unidos "dependen de la política económica del próximo gobierno". En ese orden, expresó que los actores de los mercados financieros mundiales "tienen más simpatía con (Mauricio) Marcri que con (Daniel) Scioli", aunque advirtió que cualquiera que gane el balotaje "va a tener que hacer reformas en las política económica".
En medio del panorama desolador planteado, el electo consideró que no era apropiado hacer estimaciones temporales sobre el proceso hasta equilibrar los ingresos con las erogaciones que prometió encarar. En principio, aseguró que desembarcará con un plan de reordenamiento de la administración pública en el que se reasignarán roles a los empleados de planta y se impondrá un plan para agilizar las jubilaciones de quienes están en condiciones de hacerlo e incluso se abrirá un registro de retiros voluntarios para los estatales.
A modo de ejemplo personal hacia el resto de la administración, Cornejo prometió reducir la planta de funcionarios políticos del Estado de 486 personas que tiene Pérez a 300. Para eso, reducirá la cantidad de Ministerios como primera medida.