
La toma de deuda es una política de Estado para Alfredo Cornejo, que endeudó a Mendoza en 590 millones de dólares en su primera gestión -cuyos vencimientos son la espada de Damocles del financiamiento provincial- y ahora pide que la Legislatura lo deje endeudarse por otros 160 millones con destino a la "profundización de la transformación digital en los sistemas de salud y educación".
Salarios y obra pública ajustados para pagar deuda
Según datos de Hacienda, en 2015 los salarios abonados a los empleados de la administración provincial fueron equivalentes al 62,3% en relación a los ingresos totales de la provincia, en 2023 esa relación fue del 37,4% y en el tercer trimestre de 2024 fue del 36,5%. La caída que muestran estos números es notoria.
Lo propio ocurrió con las partidas para obra pública, según se ve en el siguiente gráfico elaborado por el Centro de Economía y Finanzas de Mendoza (CEFIM) en base a datos de la Tesorería de Mendoza.
La nueva deuda que pide Cornejo
Del total solicitado ahora a la Legislatura, USD 85 millones se destinarían al sistema sanitario, según detalla el plan estratégico "Transformación Digital del Sistema de Salud de Mendoza: Impulso y Extensión para Lograr Impacto". El proyecto plantea una serie de reformas orientadas a modernizar el funcionamiento del sistema público de salud mediante:
- Conectividad e infraestructura tecnológica en hospitales y centros de salud.
- Digitalización integral: historias clínicas electrónicas, turnos online y sistemas de laboratorio interconectados.
- Plataformas de telesalud para llegar a zonas remotas.
- Refuerzo en ciberseguridad y capacitación del personal.
- Tableros de datos para toma de decisiones en tiempo real.
La iniciativa forma parte de un camino trazado por la Ley 9460 de Transformación Digital, sancionada en 2023, y el Plan de Salud 2024-2030, que modificó el régimen salarial de los médicos y otros trabajadores de la salud, multiplicando las horas de trabajo por menos salarios.
Las licitaciones iniciarían antes de fin de año y se prevé que las primeras etapas estén operativas en 2026.
¿Modernización o hipotecar el futuro?
Desde el Gobierno aseguran que el financiamiento se canalizaría a través de organismos multilaterales como el BID o la CAF, con tasas preferenciales y plazos largos, lo que permitiría —según argumentan— "distribuir los costos sin comprometer el equilibrio fiscal" y mantener la política de "reducción de deuda".
Sin embargo, hay alerta en consultores expertos sobre una acumulación de pasivos que ya supera los límites de sostenibilidad para una economía provincial golpeada por años de estancamiento, baja recaudación y fuerte presión inflacionaria.
El doble filo de tomar deuda
Desde el oficialismo destacan que este salto tecnológico convertiría a Mendoza en "referente nacional en salud digital", citando experiencias exitosas como la implementación de sistemas digitales en guardias hospitalarias, que habrían reducido un 30% los tiempos de espera.
Pero voces críticas remarcan que el crédito se presenta como la única vía posible para financiar mejoras estructurales, sin explorar alternativas presupuestarias ni fortalecer ingresos genuinos.
A pesar del tono celebratorio con el que se presentó la propuesta, la Legislatura provincial tendrá la última palabra.
La deuda pública sobre las arcas provinciales
El debate promete reabrir viejas discusiones sobre la sostenibilidad de la deuda pública, la transparencia en el uso de fondos internacionales y el verdadero alcance de la transformación digital impulsada por el Gobierno.
En paralelo, sindicatos estatales y organizaciones de la salud advierten que modernización sin mejora salarial ni condiciones laborales podría derivar en mayor precarización.