Los radicales encomendados por el gobernador electo Alfredo Cornejo para negociar la transición con el gobierno de Francisco Pérez dieron una conferencia en San Rafael en la que plantearon sus proyecciones para el próximo año en base a la estructura de ingresos y gastos que tiene la provincia. Enrique Vaquié y Martín Kerchner explicaron que el déficit proyectado es de $4.500 millones.
La prensa de Cornejo difundió las consideraciones de Vaquié, mientras el electo acotó sobre la necesidad de retomar las negociaciones para construir una transición ordenada que permita un traspaso de mando cómodo en diciembre. El proceso de transición fue interrumpido por Pérez bajo presión del PJ.
El PJ es principalmente de los intendentes, y más específicamente los seis que retuvieron sus mandatos en las elecciones. Pérez se entusiasmó en un acuerdo con el electo para terminar sin sobresaltos financieros su gestión, pero la dirigencia peronista que conservará posiciones de poder más allá del 10 de diciembre consideró que no vale la pena el costo de tal deseo de Pérez.
Los intendentes instaron al gobernador a entregar el gobierno con lo puesto, es decir, pagando lo urgente con los ingresos que tiene la provincia y lo que quede que sea asumido por Cornejo. Todo lo contrario a lo que negociaron el actual y el electo con posterioridad a las elecciones. El principio de acuerdo incluía la gestión conjunta de más de cinco mil millones de pesos en créditos para terminar la actual gestión y comenzar la siguiente sin sobresaltos. El pacto de conveniencia no pasó el filtro de la dirigencia peronista metida de lleno en la campaña para que Daniel Scioli no pierda con Mauricio Macri en Mendoza, como le ocurrió a Adolfo Bermejo con Cornejo.
Los peronistas acusaron a los radicales ante Pérez de buscar el desprestigio de la gestión a punto de generarle perjuicios para la levantada que imaginan sus dirigentes después de la derrota que dejó a la agrupación con seis intendencias menos de las que tenía.
Este miércoles, Vaquié enfatizó sobre la ineficiencia del gobernador. "Perez deja un futuro de déficit, que el año que viene lo calculamos en 4500 millones", acusó.
Dijo que "los recursos crecieron este año en un 35 por ciento pero los gastos lo hacen al 45%". Agregó que "a partir de 2015, la provincia gastó $9 de cada $10 sin ni siquiera prender la luz". Y luego abrió el paraguas para el primera año de mandato de Cornejo: "El Gobierno deja una estructura de gasto que es deficitaria y que es difícil revertir en un año".
En ese escenario, Vaquié pidió a Pérez que deje la negociación del contrato de Mendoza con el Banco Nación como agente financiero de la Provincia para el gobierno que viene. En la estrategia radical está conseguir una ampliación del giro en descubierto. En términos de Vaquié: "El contrato actual fija un límite de anticipo financiero en $1.100 millones, algo que será insuficiente para afrontar la estructura de gasto".
El diputado nacional expresó que "queremos que el Gobierno reconozca este déficit y que comencemos a acordar medidas de ahorro". Hasta después de las PASO la única respuesta que encontrará esta petición en la Casa de Gobierno es que los radicales instan a hacer el ajuste. Y después de las PASO probablemente la situación no cambie hasta el 26 de octubre, el día después de las elecciones presidenciales, o hasta el 24 de noviembre, cuando está previsto el balotaje en caso de ser necesario.