Alfredo Cornejo se desentendió del futuro de los empleados de IMPSA y los posibles despidos tras el remate de las acciones planificado en conjunto con Javier Milei. No obstante, el mandatario reconoció que dentro de los colaboradores menos especializados existirá una "alta rotación de personal", es decir despidos.
"El Estado no tiene nada que ver" en las decisiones que tome la empresa privada, remarcó. Cornejo destacó que lo más importante es que IMPSA se quede en Mendoza, asegurando que esto es tan crucial como el empleo.
Durante una conferencia de prensa, Cornejo celebró la preadjudicación de las acciones de la empresa al consorcio norteamericano IAF, liderado por Arc Energy. "Ahora las acciones van a pasar a control privado, que es desde donde no debería haber salido nunca", afirmó.
Respecto al futuro laboral de los empleados, el gobernador mencionó que hay un compromiso de la empresa de sostener el empleo, aunque subrayó que el Estado no estará involucrado en las decisiones futuras. "El capital de una empresa de tecnología es su recurso humano, con lo cual hay poca propensión a eliminar el recurso humano porque es el que hace el trabajo", añadió.
Cornejo concluyó que "no podemos decir de ninguna manera que el tema del personal sea un problema a futuro. Al contrario, creo que el problema del personal en la actualidad es que se sostenían empleos que no estaban trabajando prácticamente porque estaban cumpliendo los contratos o no tenían nuevos contratos".
Cornejo espera cerrar a fines de enero el trato con la empresa norteamericana Arc Energy para rematar IMPSA tras el aval de la comisión evaluadora designada por Javier Milei.
Al frente de esa comisión está Diego Chaher, abogado de Daniel Vila y José Luis Manzano, quien saltó del Grupo América al régimen libertario, y lleva adelante el plan de desguace y privatización de las empresas públicas en tándem con el ministro Luis Caputo.
