Francisco Pérez y Alfredo Cornejo presentaron en la Casa de Gobierno el denominado proyecto de Ley para la transición, como le llamaron al texto de un acuerdo político para autorizar el último endeudamiento de la gestión actual y el primero de la que viene. Incumbe la gestión de deuda por 5.800 millones de pesos.
El proyecto de ley autoriza, además, la emisión de un bono para pago a proveedores de hasta 1.000 millones, una vez consolidada la deuda flotante al 31 de diciembre del 2015.
En el articulado se establece la autorización para la gestión de financiamiento de $2.600 millones de diferencia de Gastos y Recursos del Ejercicio 2015, siendo la estimación de ejecución de cierre de dicho ejercicio cercano a los $50 mil millones. Ese monto incluye la Asistencia Financiera Transitoria (AFT); el crédito del BNA; el vencimiento de Letras de Tesorería y la Deuda a Municipios y proveedores.
Además, se solicita autorización para $2.200 millones, correspondientes a la amortización de Capital de Deuda Histórica que se agrega como modificación de la ley de Administración Financiera, y $1.000 millones para reducción de deuda flotante.
Alfredo Cornejo explicó que “no es un camino fácil el que sigue porque primero debe ser autorizado por la Legislatura provincial y posteriormente por el Ministerio de Economía de la Nación para tomar deuda; el tercer paso será que las entidades financieras presten a Mendoza el dinero necesario”.
Agregó: “Tenemos diferentes formas de ver el país y la provincia, pero esta es una herramienta indispensable para dar previsibilidad financiera a Mendoza. No es fácil el camino que hacemos para la transición de un gobierno, pero lo estamos haciendo en base al diálogo”, dijo al tiempo que remarcó que es el Banco Nación quien puede prestar este dinero a Mendoza.
Pérez y Cornejo encabezaron una conferencia de prensa acompañados por sus vicegobernadores: Carlos Ciurca y Laura Montero.
"Es la primera vez que una transición de gobierno se extiende durante 6 meses y también es la primera vez que se hace un acuerdo como éste, que implica ponerse por encima de todas las diferencias que podemos tener con el gobernador electo, y decidir por sobre todo ello por el bien de los mendocinos”, sostuvo Pérez, sin hacerse cargo de ser el responsable de la extensión de transición al adelantar las elecciones provinciales empujado por la especulación de que la presidenta Cristina Fernández les haría perder votos a los peronistas mendocinos.
