Cristina Fernández de Kirchner encabezó el acto popular en la Plaza de Mayo, al cumplirse diez años de la gestión iniciada por Néstor Kirchner. "Por mal que les pese a algunos, ésta fue una década ganada por el pueblo", dijo.
La mandataria agradeció a los argentinos “por esta plaza de la alegría, del amor por la patria y el otro”, y diferenció: “No venimos a insultar ni agraviar, sino a festejar el Día de la Patria”.
Luego expresó: “En este nuevo aniversario de nuestra querida patria, quiero confesarles que surgen en mi también otras imágenes porque hace exactamente 10 años mi compañero de vida y de militancia asumía la presidencia”.
Y exclamó: “¡Qué paradoja! Fue el presidente menos votado de todos los procesos democráticos, y sin embargo vino a encabezar el proceso de transformación y cambio más importante de las últimas décadas”.
Aseguró que “el peronismo vino a cambiar definitivamente la historia del país”. Eva Duarte y Juan Domingo Perón “les enseñaron a los argentinos que al lado de cada necesidad había un derecho”.
De inmediato hizo una comparación: "Así como Néstor y después yo, Perón y Evita fueron las dos personas más difamadas, atacadas y ultrajadas de toda nuestra historia. No me quejo. Eso pasa cuando uno afecta intereses o crea la Asignación Universal por Hijo para que nadie más contrate a alguien por dos pesos. Antes de que llegara el peronismo había explotación en el país, se le pagaban dos monedas a los trabajadores y no había vacaciones ni aguinaldo. Entonces, ¿cómo no iban a ser combatidos?".
En el discurso, Cristina enumeró la medidas de la gestión kirchnerista que considera más importantes para darle paso luego a las deudas del modelo. “Seguimos peleando; pero ya no por la libertad, sino por la igualdad, porque ese el gran signo de esta década y de las que vendrán. Quiero convocarlos para que a esta década ganada le siga otra década más en que los argentinos sigan ganando también”.
Con el fervor de la militancia ante cada párrafo del discurso, Cristina aseguró que “quieren dividirnos, instaurar un clima de insulto y odio permanente. Pero conmigo no van a poder. No van a escuchar una sola palabra de ofensa, sí de ideas o de debate. El odio no une las mentes”, subrayó.
“Démosle a nuestros hijos una patria mejor. Recreemos todos un clima en el cual las ideas se debatan con altura. Tenemos la inmensa suerte de una democracia participativa, de una libertad de expresión sin precedentes en la historia Argentina. El odio nubla las mentes, no nos deja pensar y nosotros queremos pensar en todo lo que todavía nos falta hacer”, remarcó la jefa de Estado.
Derechos Humanos
Con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en el escenario, Cristina afirmó que "es cierto los genocidas están siendo juzgados, que están en prisión y purgando penas, pero todavía no hemos podido encontrar a sus hijos y a sus nietos. Esa es una deuda que tenemos con ellas (Madres y Abuelas) como sociedad. Yo quiero la unidad de todos los argentinos pero la quiero con memoria, con verdad y justicia porque sin eso no hay unidad posible. Porque la necesitamos en este proceso de inclusión social y reformas políticas”.
El recuerdo de Néstor
“Cuando él ya no estaba, hace muy poco tiempo, pude ver las filmaciones de ese día (el 25 de mayo de 2003). Siempre abrazado a Florencia, iba saludando, parecía una estrella de cine que entraba por la red carpet al Parlamento. Pero había en su cara un gesto de angustia, de nerviosismo, que presagiaba las luchas que iba a tener que dar. Quizás cuando dijo que no pensaba dejar sus convicciones en las puertas de la casa de gobierno, en realidad estaba diciendo que se iba a jugar y hacer todo lo que tuviera que hacer. Y sabía lo difícil que iba a ser".
Agradeció el acompañamiento de todos los argentinos que creen en el proyecto, pero también a los que son respetuosos y tienen ideas distintas. “Sólo les pido, no en nombre mío sino en nombre de los que se fueron y de sus propios hijos, que sepamos disentir con respeto, sin ofensas. Hay que darle a nuestros hijos una patria mejor”.
Al culminar su discurso, Cristina pidió que las ideas se debatan con altura y aseguró: “Tenemos la inmensa suerte de una democracia participativa, de una libertad de expresión sin precedentes en la historia argentina. Somos un gobierno que también nos hemos hecho cargo del costo político que muchas veces significa no reprimir a un sólo argentino porque corta una calle o piensa distinto. Sabemos que no es junto que otro argentino llegue tarde a su trabajo, que tienen razón en enojarse, pero les pido perdón.Yo no voy a ser una presidenta que le dé palos a alguien porque esa nunca ha sido una solución en la Argentina”.
Fuente: Infonews