La presidenta Cristina Fernández contó en tono de anécdota sin darle más crédito que el protocolar que hace unos días un comisario de la Federal y otro de la Bonaerense radicaron denuncias judiciales de amenazas del Estado Islámico contra su persona. La mandataria relató los casos cuando la consultaron por la amenaza de ese grupo islamista al papa Francisco que fue tomada seriamente por El Vaticano.
La jefa de Estado se retiró pasadas las 16.30 (10.30 hora argentina) de la residencia Santa Marta, tras almorzar con el Papa durante unas dos horas.
Después del encuentro y consultada por los periodistas sobre las amenazas que recibió el Papa por parte del Estado Islámico, Cristina señaló que ella también fue amenazada por el grupo. "Días atrás dos comisarios, uno de la Policía Federal Argentina y otro de la (policía) Bonaerense realizaron una denuncia por amenazas contra mi persona", indicó.
Agregó que el tema fue girado al Ministerio de Seguridad y a la Secretaría de Inteligencia del Estado, al mismo tiempo que le quitó dramatismo a la situación: "Si fuera por las amenazas debería vivir abajo de una cama, como el Papa también".
La presidenta detalló que "la denuncia realizada (ante la Justicia) por los dos comisario fue a raíz de que habían aparecido amenazas del Estado Islámico contra mí persona, por la amistad con el Papa Francisco y por la posición de la existencia de los dos Estados: del Estado de Palestina y del Estado de Israel. Me parece que (la naturalidad) es lo que desacartona a las personas y nos hace de carne y hueso porque no dejamos de ser hombres y mujeres con virtudes, y con más defectos que virtudes".