Juan Manuel Iturbe y Manuel Lanzini se conocieron hace pocos días y compartieron algunos entrenamientos en la Selección Argentina Sub 20. Prometen romperla juntos en el Sudamericano de Mendoza con la albiceleste, pero los hinchas de River ya sueñan con verlos tirando paredes en el Estadio Monumental. Uno es el niño mimado de Núñez y el otro, el pedido de Ramón Díaz que la dirigencia está a punto de cumplir, más allá de que la lista de interesados incluya a otros grandes como Racing y San Lorenzo.
“Pienso que lo de River se va a dar, es el que tiene más chances de tenerme”, dijo la Pulga guaraní sin querer dar muchas precisiones, tratando de que la atención no se centre demasiado en sus hombros.
Lanzini debutó en River a los 17 años de la mano de Ángel Cappa, jugó un año en Brasil, desde agosto que es padre, y hace seis meses que en su espalda cae la misma 10 que usaron nada menos que Norberto Alonso, Ariel Ortega y Andrés D’Alessandro, entre otros. Todavía no cuenta 20 abriles pero ya sabe lo que es tener los reflectores apuntándolo, soporta la presión y entiende de qué se trata el juego. Por eso busca generar complicidad en Iturbe justo el día que la AFA le abrió las puertas a la prensa. Por eso se junta en el entrenamiento, se para a su lado durante la conferencia de prensa, y hasta por eso le hace la cabeza en el vestuario. “Le dije que venga a River que vamos a salir campeones y vamos a tirar paredes juntos. Ojalá se dé, porque además es un pibe bárbaro”, tiró Lanzini después de la presentación de la Selección Sub 20 que va jugar el Sudamericano en Mendoza. Además, le tiró flores: “Es un jugador muy rápido, muy habilidoso, que encara siempre y tiene la mente en el arco. Me gustan esa clase de jugadores, sobre todo con el estilo de juego que tengo yo. No tengo dudas, un jugador como Iturbe le va a venir muy bien al equipo”.
Justamente una gran actuación en uno torneo como ese es el causante de que hoy Iturbe no quiera estar en el centro de la escena. A los 17 años la rompió en el torneo Sub 20 de Perú, su habilidad para llevar la pelota con la zurda generó comparaciones con Lionel Messi y se ganó el apodo de Pulga guaraní, por su ascendencia y crianza paraguaya. De la nada, sin que nadie lo conociera, saltó al estrellato y los clubes empezaron a pelearse por contratarlo. Tanto revuelo generó, que el Porto, a través de un grupo empresario, movió cielo y tierra para quedarse con su pase. Seis meses después, desembarcó en Portugal, donde en un año y medio jugó sólo 312 minutos y fue más al cine con su novia que a la cancha a jugar. Tan rápido como llegó a la fama, a los flashes, cayó en el olvido, en la oscuridad. “Hablé con el técnico, no quería seguir sin jugar. No tuvieron otra que dejarme ir”, explicó ayer, antes de que su préstamo quedara prácticamente arreglado.
River llegó a un acuerdo con el Porto para contar con Iturbe hasta junio de 2013, a pesar de que la pretensión Daniel Passarella era contar al menos con un año con sus servicios. Lo que aún dilata la concreción del préstamo es la opción de compra, ya que River quiere tener la posibilidad de adquirir aunque sea un porcentaje del pase, y que su paso por River deje algo en las arcas del club. El club pretende recuperar algo de los 400 mil dólares que pagará por el préstamo.
Fuente: El Gráfico Diario
Entrevistas en el entrenamiento del Sub 20
