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Por Juan Manuel Raimundo
Para Cancha Llena
Fue la caravana de la emoción y el reconocimiento. El bus descapotable, el que movilizó al cuerpo técnico, los jugadores y los dirigentes de Defensa y Justicia de su regreso de San Juan llegó ayer al frente de la sede social de la institución, por la avenida San Martín, a las 13.30. Y fue recibido por miles de vecinos, que armaron su fiesta envueltos con los colores del Halcón. El ascenso a primera no se dio por casualidad. Fue el fruto de más de cuatro años de un proyecto trazado por su presidente José Lemme -actual tesorero de la AFA- cuando recurrió al gerenciamiento del fútbol para que no le resultara deficitario. Por eso se relacionó con el grupo inversor que comanda el argentino Cristian Bragarnick -representante de Antonio Mohamed, entre otros-, con alto predicamento en el fútbol mexicano.
Fue en 2009 cuando comenzó este vínculo, encolumnado en un proyecto futbolístico con la intención de desarrollar un juego atractivo. La idea no era sólo sumar puntos para afirmar al equipo en la primera B Nacional, si no de mostrar una línea de fútbol ofensiva, lo que llegó a plasmar en gran parte en la temporada 2010/2011 con Ricardo Rodríguez como técnico (hoy en All Boys); y ahora, en este campeonato, con Diego Cocca. El primer DT que llegó al club de Florencio Varela para iniciar este proyecto fue el "Patrón" Jorge Bermúdez, en 2009, al que no le fue del todo bien. Época en la que era difícil sumar refuerzos de cierto cartel porque rehusaban de ir a un club humilde. Prosiguió como DT otra vez Rodríguez; luego Julio Ricardo Villa, contratado por Diego Lemme, hijo del presidente, y encargado del fútbol. Al ex jugador de la selección no le fue tan bien como se esperaba (podía ganar por varios goles o perder de idéntica forma) y recurrieron al grupo gerenciador para que acercara a uno de sus representados: Jorge Almirón (hoy en Godoy Cruz) en la temporada 2012/2013. Hasta que llegó Cocca. Con algo particular, a estos dos últimos DT, iniciados en México, se los identifica con la escuela de La Volpe.
El grupo inversor representa y posee porcentajes de los pases de varios jugadores que van surgiendo de las inferiores, varios de ellos ya afirmados en el plantel como Marcelo Benítez, Nelson Acevedo, Brian Fernández, Sergio Velázquez y la joyita, su goleador, Juan Martín Lucero, de 23 años, nacido en Mendoza. Al principio del ciclo, el delantero iba ser cedido a préstamo a otro club para darle rodaje, pero ante la falta de refuerzos, Cocca pidió que lo dejaran hacer la pretemporada con él para observarlo y... lo convenció.
Durante el desarrollo de la competencia, puede tomarse como virtud los cambios tácticos a los que recurrió Cocca. Arrancó con un 4-3-1-2, siendo el enganche Gonzalo Díaz, luego transferido a Godoy Cruz, de donde provino Washington Camacho, carrilero por izquierda, una de las figuras del equipo. Todo esto por la relación del empresario Bragarnick con los mendocinos. Sin Díaz, el técnico recurrió a Gonzalo Bustamante como enganche, pero cuando ese dibujo táctico no le rindió porque tuvo una serie de resultados adversos, recurrió al 4-4-2, siempre con la premisa de darle buen trato a la pelota, de mantener la posesión y generar el juego ofensivo.
Los jugadores se encolumnaron detrás de la idea de Cocca y también dicen que, en la campaña, fue clave el psicólogo Gustavo Goñi, quienes se entrenaba un par de veces con ellos en la semana y aprovechaba para charlar sobre temas personales que podían frustrarlos.
El plantel se irá de vacaciones a Las Vegas y luego harán la pretemporada en México, en las instalaciones de Xolos de Tijuana; incluso tiene previsto jugar un par de amistosos en los Estados Unidos. Ciertos gustos que ahora, siendo de primera, se permite disfrutar de manera especial.
