
La persistente desigualdad económica en los grandes centros urbanos del país quedó al descubierto con la publicación de los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) correspondientes al segundo trimestre de 2025. El informe sobre la distribución del Ingreso total familiar por decil revela que la brecha entre los extremos es enorme, con una concentración de casi el 30% de los ingresos en el decil más rico, contrastando fuertemente con la base de la pirámide social, que apenas retiene el 1,9% del total.
El análisis establece la cruda aritmética de la desigualdad. El Ingreso Medio por Hogar en el decil más alto (Decil 10) se disparó a $4.789.702, una cifra 16 veces superior al ingreso medio del decil más bajo (Decil 1), que apenas alcanza los $299.137.
La brecha entre los más ricos y los más pobres en la distribución del ingreso familiar de Argentina es más amplia que la de Uruguay, similar a la de Chile y México, y menor que la de Brasil y Colombia.
Notable disparidad de ingresos
Los umbrales de ingreso confirman esta polarización. Mientras que un hogar necesita superar los $3.100.000 para entrar en el 10% más rico, la mitad de los hogares (Deciles 1 a 5) capta un ingreso total familiar inferior a $1.229.000.
Segmento de hogares | Porcentaje del ingreso total |
---|---|
10% más pobre | 1,9% |
50% más pobre | 22,5% |
40% medio | 47,7% |
10% más rico | 29,8% |
Además, el informe pone en cifras la vulnerabilidad estructural: 119.683 hogares, que representan a más de 190.000 personas, fueron registrados sin percibir ningún tipo de ingreso monetario.
La gran diferencia entre los extremos de la distribución se explica no solo por la cantidad, sino por la calidad y fuente del ingreso.
Fuente de Ingreso | Decil 1 (Hogares Pobres) | Decil 10 (Hogares Ricos) |
Ingresos Laborales | 28,6% | 88,3% |
Ingresos No Laborales | 71,4% | 11,7% |
En los hogares más pobres (Decil 1), los ingresos no laborales —principalmente jubilaciones, pensiones y transferencias sociales— son el pilar fundamental, constituyendo el 71,4% del total.
Estos hogares, por lo tanto, dependen en gran medida de las políticas asistenciales y la seguridad social para su subsistencia básica, lo que refleja una precaria inserción o alta informalidad en el mercado de trabajo. En contraste, el Decil 10 está plenamente inserto en la actividad económica formal y de alta remuneración, donde el 88,3% de su ingreso total proviene de fuentes laborales.
Exclusión laboral
La desigualdad se ve agravada por la carga de dependencia social que recae sobre los hogares más vulnerables. El Decil 1 muestra una tasa alarmante de 260 no ocupados por cada 100 ocupados. Esto significa que, en promedio, una persona con empleo precario o de baja remuneración debe sostener a 2,6 personas más dentro de su grupo familiar.
En la cúspide de la pirámide, el Decil 10 invierte radicalmente esta relación. Con una tasa de 68 no ocupados por cada 100 ocupados, la estructura familiar es productivamente mucho más eficiente. Sus ingresos elevados provienen de un menor número de personas que, además, tienen trabajos de mucho mayor valor.
El informe del INDEC pinta un mapa social donde la riqueza se concentra en una minoría cuya base económica es el trabajo bien remunerado, mientras que los sectores más bajos son expulsados de la actividad laboral formal y obligados a depender de las transferencias, con la carga adicional de una alta dependencia social interna. La rigidez de estos indicadores sugiere que la movilidad social ascendente sigue siendo el principal desafío para la economía argentina.
Radiografía de la distribución
Panorama general
- Análisis de 10,1 millones de hogares en 31 aglomerados urbanos.
- Ingreso familiar promedio: $1.605.136 mensuales.
Brecha entre deciles: 16 veces.
- Decil 1: $299.137.
- Decil 10: $4.789.702.
Distribución del ingreso
- 10% más pobre: 1,9% del ingreso total.
- 50% más pobre: 22,5%.
- 40% medio: 47,7%.
- 10% más rico: 29,8%.
Composición de los hogares
- Decil más pobre: 4,1 integrantes → $73.000 por persona.
- Decil más rico: 3,5 integrantes → $1.368.000 por persona.
Relación de dependencia
- Decil más pobre: 273 no ocupados por cada 100 ocupados; 150 sin ingresos por cada 100 perceptores.
- Decil más rico: 43 no ocupados por cada 100 ocupados; 25 sin ingresos por cada 100 perceptores.
Origen de los ingresos
- Decil más pobre: 71,4% de ingresos no laborales (subsidios, jubilaciones, pensiones).
- Decil más rico: 88,3% de ingresos por trabajo formal.
Clase media en terreno inestable
- Deciles 4–8: ingresos entre $810.000 y $2.200.000.
- Dependencia del trabajo formal: 64%–82%.
- Relación de dependencia: entre 174–94 no ocupados por cada 100 ocupados.
Perspectiva regional
- Argentina se ubica en un punto intermedio: más igualitaria que Brasil y Colombia, pero menos que Uruguay.
- El 10% más rico argentino concentra casi 30% del ingreso, cifra similar a Chile y México, pero menor que en Brasil y Colombia.
- El 50% más pobre argentino recibe 22,5%, lo que lo coloca por encima de Brasil y Colombia, pero por debajo de Uruguay.
- La clase media (40% intermedio) tiene un peso relativamente alto en todos los países (45–49%), pero en Argentina su estabilidad es más frágil por la dependencia del trabajo formal y la volatilidad macroeconómica.
