Consecuencias del Plan Andes de YPF

Despidos, brutal caída de regalías y pasivos ambientales: un poderoso gremio advirtió a Cornejo por el rol del Estado

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El retiro de YPF de los pozos maduros de Mendoza para concentrarse en el fracking de Vaca Muerta —bajo el llamado Plan Andes— dejó una estela de despidos, pasivos ambientales sin remediación y pérdidas millonarias para las arcas provinciales. El impacto económico es concreto: según un informe del Centro de Economía Política Argntina (CEPA), Mendoza dejó de percibir 50 millones de dólares por año en regalías entre 2015 y 2023, lo que equivale a medio Portezuelo del Viento.

Fuerte caída de las regalías

La caída del peso de las regalías en los recursos provinciales es alarmante: pasaron de representar el 26,62% en 2007 al 9,14% en 2023. El informe del CEPA advierte que Vaca Muerta actúa como una “aspiradora de capital intrafirmas”, drenando recursos humanos, financieros y materiales hacia el megaproyecto no convencional.

YPF se enfoca en Vaca Muerta y abandona pozos maduros: desde 2015 Mendoza dejó de recibir el equivalente a medio Portezuelo en regalías en dólares

Giro oficial y exigencia gremial

En ese contexto, la reciente declaración de Alfredo Cornejo —“no seremos tan ingenuos”— fue interpretada por el Sindicato de Jerárquicos del Petróleo de Cuyo como una autocrítica tardía pero necesaria. La frase habría sido dirigida al CEO de YPF, Horacio Marín (hombre de Paolo Rocca en la petrolera de bandera), durante un almuerzo en el Club del Petróleo, y marcaría un cambio de tono respecto al respaldo que Cornejo dio en 2024 al retiro de la petrolera estatal.

“El petróleo es un recurso estratégico de Mendoza. El Estado Provincial debía garantizar la continuidad laboral y la sostenibilidad ambiental. Ahora, el Gobierno parece tomar cartas en el asunto”, expresó el secretario general Julián Matamala.

 Cauto optimismo ante nuevas licitaciones

La promesa oficial de supervisar más estrictamente las próximas licitaciones —15 áreas previstas para 2025 bajo un modelo de “licitación continua”— genera expectativas moderadas. Desde el gremio advierten que el Estado no puede volver a retirarse de procesos que afectan directamente a los trabajadores y al ambiente.

El desafío es doble: sostener la producción sin el músculo financiero de YPF y evitar que la transición se traduzca en más desempleo y deterioro ambiental. “Las nuevas concesiones deben priorizar inversión, estabilidad laboral y fiscalización ambiental. Demandas que históricamente no fueron escuchadas”, lamentó Matamala.

El cornejismo lo vendió como "buena noticia"

El Gobierno difundió el cierre del Plan Andes y el retiro de YPF como positivo.

“Con esta ultima autorización de transferencia culmina un proceso de mucho trabajo del equipo técnico del Ministerio de Energia y Ambiente. No se trataba sólo de un cambio de jugadores, sino de definir y exigir qué modelo productivo queremos para la explotación de los recursos de los mendocinos”, ponderó la ministra Jimena Latorre.

Además, Latorre destacó que “esta cesión tiene el valor agregado de un desarrollo industrial en El Portón y la exploración de la lengua mendocina de Vaca Muerta, en Cañadón Amarillo”.

De esta manera, se otorgan la operación de las áreas Cañadón Amarillo, Chihuido de la Salina, Chihuido de la Salina Sur, Altiplanicie del Payún, El Portón y Confluencia Sur (14,42% de participación) a la Unión Transitoria Mendoza Sur, conformada por Quintana E&P Argentina S.R.L., Quintana Energy Investments S.A., Quintana Gas Storage and Midstream Services S.A. y Compañía TSB S.A., consolidando la estrategia de optimización de activos y atracción de inversiones en la provincia.

Dentro de esta cesión, el área Confluencia Sur es una participación del 14,42% y se trata de un área no operada por YPF, ya que el operador actual es Aconcagua Energía.

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