El operador nacional del peronismo y jefe del sector azul estuvo en la provincia haciendo los trabajos de rigor en su oficio posteriores a una derrota electoral.
Vino Juan Carlos Mazzón y enterró la discusión por la reelección. El operador nacional del peronismo y jefe del sector azul estuvo en la provincia haciendo los trabajos de rigor en su oficio posteriores a una derrota electoral. En este caso, el Chueco no fue responsable del resultado del peronismo, por lo que vino a sugerir correctivos: subió al senador nacional Adolfo Bermejo al comando de campaña y ordenó clausurar el debate por la reelección del gobernador hasta que cambie el clima.
Después de la intervención de Mazzón en territorio mendocino, Bermejo le dijo al diario El Sol que el gobernador Francisco Pérez "no puede hablar más de reelección, porque la gente sepultó ese tema". Pérez había planteado volver a la discusión de la reforma constitucional en noviembre, después de las generales.
Bermejo, voz autorizada para representar al conjunto del sector azul, no sólo clausuró el debate por la reelección del gobernador, sino que anunció que de tratarse la reelección en el Congreso votaría en contra. La postura de los azules que explicitó el senador nacional no es nueva ni desconocida. A pesar de eso, Pérez recién dejó de hablar de la necesidad de reformar la constitución (con su reelección implícita en la moción) después de que el oficialismo perdió las PASO por 17 puntos contra Julio Cobos.
En noviembre se tratará en la Cámara de Diputados la adhesión de Mendoza a la ley nacional que fijó las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias por impulso de La Cámpora. En la estrategia del gobernador previa a la celebración de las PASO nacionales del 11 de agosto no había lugar para tratar ninguna reforma electoral o política sin que la discusión se diera en el marco de la reforma de la Constitución de Mendoza. Con los números de las PASO cada sector del PJ salió a jugar sus cartas y a pasar sus facturas.