Las autoridades hondureñas detuvieron a un persona sospechosa del asesinato de la líder indígena, Berta Cáceres. El Gobierno confirmó la captura en un comunicado emitido la noche del jueves en el que asegura que cuenta con dos testigos del suceso, entre ellos, el mexicano Gustavo Castro, director de la organización Otros Mundos Chiapas, quien se encontraba en Honduras para dictar conferencias sobre energías alternativas y resultó herido durante el ataque a Cáceres.
"Un sospechoso del crimen” está bajo custodia policial, señala el reporte gubernamental, el otro testigo está bajo la figura de protección.
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, dijo que el asesinato de la activista indígena, es un crimen contra el Estado y sentenció que "no va a quedar impune".
Desde la Casa de Gobierno, Hernández consideró que “el Estado de Honduras ha sido atacado de manera directa con la muerte de Berta Cáceres”, por lo que ordenó una investigación profunda que reivindique la lucha de la comunidad Lenca.
"Tanto equipos de la Policía Nacional, equipos de la Dirección de Inteligencia e Investigación, del Ministerio Público, de la Agencia Técnica de Investigación Criminal, de la Dirección de la Policía de Investigaciones están dedicados completamente en la zona y desde otros lugares a encontrar los responsables y ponerlos a la orden de la justicia”, recalcó Hernández.
Hernández agradeció “la solidaridad nacional e internacional en estos momentos que hemos sido afectados por tan horrendo hecho” e indicó que el Gobierno acompaña a la familia de Berta Cáceres, en acciones como el traslado de su cadáver hacia Tegucigalpa (capital).
El jefe de Estado hondureño instruyó Secretaría de Seguridad y al ministro, Julián Pacheco, para que active la Unidad de Delitos Violentos para que trabaje en coordinación Estados Unidos en la búsqueda de los culpables. "(...) y ponerlos a la orden de la justicia”, subrayó.
Luego de la muerte de Cáceres, el líder sindical Carlos Reyes calificó el hecho como un asesinato político.
En un contacto telefónico para teleSUR, Reyes condenó la muerte de quien denunció la expropiación de sus territorios en defensa del ambiente y se opuso a la construcción de proyectos hidroeléctricos que atentan contra la naturaleza.
Dijo que Cáceres siempre estuvo a favor de la causa indígena en Honduras y contra el capitalismo, el patriarcado y el racismo; y participó en protestas por la defensa de los Derechos Humanos, de la vida y los ríos de Honduras.
Fuente: Telesur