
El mercado está pidiendo una corrección cambiaria hacia arriba y una baja acelerada de las tasas cuanto antes. Esos son los dos desafíos más acuciantes para el equipo económico del presidente Javier Milei, consideró el analista Pablo Goldín, director de Macroview, la influyente consultora liderada por Rodolfo Santángelo y Carlos Melconián.
“Lo más rápido tendría que ser reacomodar la tasa de interés y el tipo de cambio”, afirmó Goldín en el canal de YouTube AhoraPlay, al trazar un diagnóstico sobre las urgencias que enfrenta la economía argentina en el tramo final del año. Según el especialista, el foco no debería estar en el resultado electoral del 27 de octubre, sino en el reacomodamiento inmediato de dos variables clave: el tipo de cambio y la tasa de interés.
Riesgos sistémicos
Goldín advirtió que mantener tasas elevadas podría decantar en una cadena de problemas financieros:
- El gobierno, endeudado en pesos, enfrentaría mayores costos de financiamiento.
- Los bancos sufrirían una crisis de liquidez.
- El mercado interno podría colapsar, cortando la cadena de pagos y empujando al país hacia una recesión.
El analista dio por sentado que después de las elecciones cambia la política económica de Milei sí o sí.
“Si no baja la tasa rápido, se meten en un lío el gobierno, los bancos y el mercado. Es un lío bárbaro”, enfatizó Goldín.
La devaluación y el enfriamiento de las tasas, según el analista, son más urgentes que la baja del riesgo país. Las dos primeras cuestiones debieran resolverse antes de fin de año, mientras la restante se tendría que abordar seriamente en la primera mitad del 2026.
En ese escenario, para afrontar el mayor vencimiento de la deuda externa, en enero del año entrante el gobierno se vería en la necesidad de apelar a los dólares del último préstamo del Fondo Monetario, integrados a las reservas aunque con límites particulares para su disponibilidad.
“Pagando enero, deberíamos empezar a vislumbrar una caída importante y sostenida del riesgo país”, estimó Goldín. Cumplir esa dinámica permitiría que hacia mediados de 2026 Argentina esté en condiciones de volver a colocar deuda en los mercados internacionales, con vistas a refinanciar vencimientos de capital de la deuda externa.