El kirchnerismo votó con sus aliados el proyecto oficial que sustenta el anuncio presidencial del aumento a $15.000 del mínimo del tributo. La oposición no aceptó compensar con un impuesto a las empresas.
La Cámara de Diputados de la Nación aprobó en general, este miércoles a las 20, el proyecto de ley que grava dividendos de acciones de empresas que no cotizan en Bolsa, con el fin de financiar los cambios instrumentados por el gobierno nacional en el Impuesto a las Ganancias para que los trabajadores que perciben hasta 15.000 pesos brutos no paguen ese tributo.
La iniciativa enviada por el Poder Ejecutivo se aprobó en una votación en la que el oficialismo y sus aliados reunieron 139 votos; y los bloques de la oposición sumaron 91 votos. En tanto que se registraron 5 abstenciones.
El debate
El presidente de la comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, Roberto Feletti (FPV), aseguró que el proyecto tiene como objetivo fundamental restituir "ingresos a los trabajadores".
Además, señaló que una de las vías para financiar esa medida es la eliminación de exenciones "a la compraventa de paquetes accionarios de empresas que no cotizan en bolsa", así como "la igualación de las inversiones extranjeras y las inversiones nacionales" y al gravar "la distribución de dividendos".
El diputado nacional por el Frente para la Victoria, Héctor Recalde, especialista en Derecho Laboral, ex abogado de la CGT, explicó a CN23: "Hoy es un día muy importante porque, no sé si tomamos clara conciencia de lo que va a suceder, por primera vez en la historia de la República el Congreso va a gravar la renta financiera. Esto, como hecho político y social, tiene mucho que ver con la redistribución de la riqueza y con la igualdad".
El titular de la comisión de Finanzas, Carlos Heller, señaló: "A mi juicio, el mayor peso de los impuestos es sobre los que más tienen, es progresivo y eso significo un avance a una estructura más equitativa". Y explicó que la merma en la recaudación por la suba del mínimo no imponible será de $14.000 millones, de los cuales "el 55% por ciento lo aporta el Estado y el otro 45 por ciento será con este proyecto".
Desde la oposición se criticó el proyecto por distintos motivos, entre los cuales resaltaron la negativa a gravar con un impuesto a las transacciones entre empresarios para compensar la caída en la recaudación de Ganancias, la fijación de la medida por decreto y no por ley, el límite fijado para el inicio del tributo y otras cuestiones. En general, la oposición pretendía que no se compensara la recaudación, sino que se ajustara el Estado para atender la merma de ingresos que implicará la exención de Ganancias para la mayoría de los asalariados.
El diputado de la Coalición Cívica Alfonso Prat Gay pidió establecer un sistema similar al que se aplica con las jubilaciones y pidió que los cambios en Ganancias "no se hagan más por decreto sino por una ley del Congreso" . Además, cuestionó que la iniciativa oficial "aumenta impuestos, sobre todo a las pymes", al mismo tiempo que reclamó que se grave la renta financiera.
En el mismo sentido se manifestaron los radicales Ricardo Alfonsín y Miguel Ángel Guibergia, quienes insistieron en la necesidad de establecer la actualización automática del mínimo no imponible a la cuarta categoría, y señalaron que afectará a las pymes.
Por su parte, la socialista Alicia Cigliani aseguró que "el socialismo viene a ratificar su voluntad de gravar la renta financiera. Si las ganancias obtenidas en el circuito real de la economía son gravadas, no tiene sentido excluir las que se originan en el circuito financiero".
El proyecto
Por una parte, la iniciativa oficial crea un impuesto del 15% a la compraventa de bonos y acciones que no coticen en bolsa y por otra, grava con un 10% el cobro de dividendos por parte de las empresas.
El proyecto va en línea con la decisión del Gobierno de eximir del pago del impuesto a las Ganancias a los salarios brutos de hasta $15.000, medida que beneficiará a un millón y medio de empleados y jubilados.
Fuente: Infonews
