El senador por Florida Marco Rubio anunció el martes en la noche la renuncia a la carrera por la nominación republicana para la Presidencia de Estados Unidos. Lo hizo minutos después de conocerse que fue derrotado por Donald Trump en su propio estado, adonde construyó una fortuna junto a su carrera gracias al lobby anticastrista que supo ser uno de los más fuertes en Florida.
"Tras esta noche, está claro que no estamos en el lado ganador, este año no estaremos en el lado ganador", admitió Rubio al anunciar su renuncia ante seguidores en Miami, luego de haber sido doblegado en Florida por el magnate Donald Trump, quien lidera las primarias hacia la nominación republicana para las presidenciales de noviembre.
Marco Rubio le dijo al público en Miami que sabe que los votantes están molestos y existe hambre de nuevos rostros y voces en el gobierno.
La decisión de Marco Rubio es resultado de solo tres victorias en las primarias electorales, pero las de Florida, en donde el ganador obtenía todos los delegados en disputa, fue la más devastadora. Hace apenas seis años, era uno de los favoritos del movimiento ultraconservador Tea Party que aplastó al candidato de la "corriente dominante" republicana para obtener un escaño en el Senado federal.
Pero el panorama político le dio la espalda al senador de Florida, quien fue criticado como un candidato presidencial demasiado convencional en un año en el que los votantes exigen a un personaje externo a la política establecida.
"Aunque no está en los planes de Dios que sea presidente en el 2016, o quizás nunca, y aunque hoy mi campaña se suspende, el hecho de haber llegado tan lejos pone en evidencia lo especial que es Estados Unidos", dijo Marco Rubio, que durante su campaña resaltó el hecho de ser hijo de inmigrantes cubanos pobres que lograron progresar.
"Les pido a los estadounidense no ceder ante el miedo, no ceder ante la frustración. Podemos estar en desacuerdo en cuanto a las políticas, podemos disentir de manera firme, pero somos un pueblo optimista", señaló Rubio, en una crítica velada a Trump, que ha sido fustigado por su polémico discurso que ha irritado a inmigrantes, mujeres y discapacitados, entre otros.
En definitiva, el senador de 44 años solo consiguió tres deslucidas victorias en las primarias, en Minnesota, el Distrito de Columbia y Puerto Rico, donde aunque los habitantes no pueden votar en las presidenciales, sí participan en las primarias.
Fuente: El Comercio