Maximiliano Rusconi, abogado defensor de Diego Lagomarsino, dueño de la pistola que disparó la bala que mató al fiscal Alberto Nisman, le dijo a la prensa que quiere "mostrar" que su defendido "es un muchacho que no puede creer lo que le está pasado".
Lagomarsino está imputado en la causa por haberle entregado al fiscal Nisman su pistola Bersa Thunder calibre 22. La Justicia le prohibió la salida del país y está con custodia asignada por la Justicia. La fiscal a cargo del expediente, Viviana Fein , busca pruebas para ampliar las acusaciones en su contra.
Rusconi aseguró este miércoles que Lagomarsino "se ha presentado, ha brindado información" y que su "comportamiento ha sido siempre el más transparente que uno pueda esperar".
Agregó: "Es un testigo que ha demostrado una voluntad muy férrea de colaborar con la justicia". En diálogo con radio Mitre, Rusconi dijo estar "indignado con este caso".
Rusconi tomó la defensa de Lagomarsino el martes, cuando estuvo cinco horas reunido con el informático imputado. El defensor es profesor adjunto por concurso de Derecho Penal y Procesal Penal, de grado y posgrado, de la Universidad de Buenos Aires. además, trabaja dando clases en los Colegios de Abogados de San Isidro y de Neuquén. En su cartera de clientes se cuenta el ex presidente Carlos Menem, a quien defiende en la causa por la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia, y a Nicolás Ciccone.
"Es muy sorprendente cómo a raíz de la decisión de la Presidente de involucrarlo en esta trama, aparecen programas de televisión que presentan a Lagomarsino como si fuera... Él es un muchacho que no puede creer lo que le está pasando. Sería bueno que ella y el señor Aníbal Fernández se presenten a declarar como testigos. Noté que la Presidente tiene un montón de información y voy a pedir que los citen", aseguró Rusconi.
El letrado dijo que es increíble que un Presidente de la Nación se ocupe de leer los tuits de Lagomarsino. Esta frase está vinculada a los dichos de Cristina Fernández en cadena nacional, quien calificó al colaborador de Nisman como un férreo opositor al Gobierno por los mensajes que surgían en las redes sociales.
Incluso Rusconi comentó que le preguntó a su defendido qué opinaba al respecto y la respuesta que recibió fue: "Soy un gil". En este sentido el abogado remarcó: "Es increíble que (Lagomarsino) tenga que autocriticarse por haber tenido una opinión política en redes sociales".
También hablaron sobre la supuesta relación íntima que desde el oficialismo aseguran existía entre el fiscal y su asistente técnico. "Él habla todo el tiempo de su jefe, hace menciones que refieren a una relación de subordinación, y que por el tipo de trabajo que realizaba podía llamarlo incluso un sábado. También describe que era una persona atenta que lo llamaba para sus cumpleaños, pero los saludos eran lacónicos del estilo: `Feliz cumpleaños campeón´, no más que eso. Incluso dijo haberle pedido consejos y el fiscal no se los dio argumentando que no estaba para eso. No hay datos que distingan una amistad y menos de otro tipo de relación", definió categórico el abogado.
Rusconi también cuestionó los dichos del ex interventor de la PSA, Marcelo Saín, quien declaró públicamente que Lagomarsino se había presentado como agente de inteligencia en 2005, versión que fue negada por el asesor legal. Notablemente enojado, el abogado pidió que Saín se presente a declarar bajo juramento. "Él está obligado a ofrecer este testimonio y a mí me va a interesar mucho escucharlo; me llama la atención que aparezca ahora, después de que la Presidente instalara esta hipótesis", reflexionó.
El abogado también negó las versiones que vinculaban a Lagomarsino con el ex agente de inteligencia Antonio "Jaime" Stiuso. Descartó además una supuesta entrevista donde el joven había declarado que el fiscal estaba asustado por un llamado del ex integrante de la SIDE.
Algunos funcionarios nacionales habían puesto también en tela de juicio el valor del contrato del empleado de la UFI-AMIA. El profesional reveló que los ingresos mensuales de Lagomarsino ascendían "en mano" a 32.000 pesos, cifra que no se encuentra entre las más altas del escalafón judicial. Recordó también que es la procuradora Alejandra Gils Carbó la que todos los meses autorizaba ese gasto en las partidas presupuestarias. "¿Cuánto debería ganar Lagomarsino para dejar de ser sospechoso?", ironizó Rusconi.