Una de las primeras revelaciones que se ha conocido y que se recoge en el libro Avaricia, del reportero del semanario L’Espresso Emilio Fittipaldi, guarda relación con el ático de 700 metros en el que reside el cardenal Tarzicio Bertone, ex secretario de Estado del Vaticano. La información se refleja gracias a filtraciones de documentos privados de la Santa Sede, que ponen al descubierto los escándalos económicos en el seno del Vaticano.
Al parecer, y según señala el autor del libro, la reforma de este apartamento se financió con fondos que un principio iban destinados al hospital infantil Bambino Gesù, propiedad de la Santa Sede, explica Infovaticana.
Los fondos tendrían su origen en la Fundación Bambino Gesú, creada para ayudar al hospital pediátrico que gestiona el Vaticano. La reforma del ático de 700 metros cuadrados en el Palazzo San Carlo que ocupa el cardenal Bertone ha estado siempre rodeado de polémica y provocó la indignación del Papa Francisco, al conocer el Pontífice el coste de las reformas.
El ático de Bertone une dos apartamentos: el que en un tiempo estuvo asignado (300/400 metros cuadrados) a Camillo Cibin, jefe de la gendarmería durante el papado de Juan Pablo II, y el de Monseñor Bruno Bertagna (cerca de 200 m²), vice presidente del Consejo Pontificio para la textos legislativos. A esto se añade una terraza de 100 metros cuadrados.
Francisco ordenó una investigación sobre una cuenta de 60 millones de Euros en el IOR, conocido como Banco Vaticano, que podría estar relacionada con el Cardenal Bertone. El origen de esos 60 millones de euros podría guardar relación con la gestión de algunos hospitales eclesiásticos en Génova, de donde el propio Bertone fue arzobispo.
Fuente: Yo me tiro al monte