El Congreso habilitó un debate testimonial sobre el aborto pero clausuró el trámite de la Ley de descriminalización

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Con un Congreso rodeado por manifestantes pro y anti-aborto, se desarrolló en la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados el un debate de las iniciativas de despenalización del aborto. Sin voluntad suficiente para tratar seriamente el proyecto de ley de descriminalización de las mujeres que abortan, una Comisión de la Cámara de Diputados dispuso un escenario testimonial para las posturas a favor y en contra de la libertad de elegir sobre el embarazo de las embarazadas.

Las referentes de la Campaña Nacional por el aborto legal, seguro y gratuito defendieron la iniciativa frente a los legisladores con apoyo militantes que se acercaron hasta el lugar. También estuvieron presentes representantes "pro vida", opuestos al proyecto, aunque muchos menos que los anteriores.

La presidenta de la Comisión y legisladora de Unión PRO, Patricia Bullrich, contraria a la iniciativa (aunque en 1994 presentó un proyecto de despenalización) encabezó el encuentro.

Entre quienes expusieron se destacó Victoria Donda, de Libres del Sur, quien propuso que el dictamen de comisión saliera este mismo martes, aunque las condiciones reales de fuerza parlamentaria no sustera sus dichos.

Desde la izquierda, el legislador por Mendoza del Frente de Izquierda, Nicolás del Caño, señaló que "el 80 por ciento de la población está de acuerdo en despenalizar el aborto en algunos casos y el 60 por ciento en todos los casos".

Desde la vereda de enfrente, la diputada anti-abortista (y anti matrimonio igualitario) Cintia Hotton comenzó chicaneando al decir que quienes presentaron el proyecto los "están usando". El momento incómodo lo pasó cuando preguntó a viva voz si el aborto "es un tema en la agenda de los argentinos", frase que fue respondida con un "¡sí!" por parte de casi todos los presentes.

La diputada por el socialismo María Elena Barbagelata advirtió que "penar no previene la interrupción voluntaria del embarazo", y agregó que "es una pena sin resocialización, sólo sirve como castigo".

Marta Alanis, representante de la organización Católicas por el Derecho a Decidir, fue categórica: "No necesitamos que nos obliguen a ser madres. Tenemos que jerarquizar la maternidad. No puede venir un ser al mundo producto de la mala suerte. La maternidad obligatoria es violencia".

Más tarde, una referente de la Universidad Católica Argentina, Úrsula Basset, consideró que "muchas mujeres tienen hijos en condiciones dramáticas y ese hijo es lo único que tienen".

El debate de este martes tiene sólo valor testimonial. No hay en el Congreso de Argentina un consenso mínimo para aprobar una norma que despenalice la práctica del aborto. De antemano, la diputada oficialista Diana Conti había advertido la imposibilidad material de llevar el proyecto al recinto.

No ayudan al avance del debate ni la voz contraria a la iniciativa de la presidenta Cristina Fernández ni la presencia en la cúspide del gobierno de El Vaticano del otrora militante porteño contra el aborto, incluso en los casos de mujeres violadas, Jorge Bergoglio.

 

Texto del proyecto que activó el debate

 

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