Las quejas mediáticas por los aumentos de las naftas en el país no se tradujeron en ahorro del consumo sino que la realidad demostró todo lo contrario: la demanda de naftas subió 30% en los últimos cuatro años, como consignó una nota publicada este domingo en el diario La Nación.
Este dato es una referencia valorable de la respuesta del mercado a los incrementos, puesto que contempla el combustible que por lo general se usa para la movilidad particular de las personas. Los micros usan gasoil o GNC, como los taxis y otros vehículos de trabajo. Los camiones usan gasoil.
En los últimos cuatro años la demanda de naftas para vehículos aumentó 30%. Pasó de 148 litros de consumo per cápita a 192 litros en 2014. Según datos de la Secretaría de Energía, en los primeros seis meses de este año el consumo aumentó un 4%.
Desde la estatización de YPF, en abril de 2012, los combustibles en la Argentina se encarecieron 130%. En 2015 el precio al público en estaciones de servicio aumentó un 10 por ciento. Mientras los precios en el mercado internacional oscilan entre 43 y 49 dólares por barril, el Gobierno argentino decidió sostener un precio del barril en el mercado interno a 77 dólares, como incentivo para incrementar la producción en el país bajo el liderazgo de YPF en manos del Estado.
No resultó una contracción de la demanda como efecto de la lógica de precios internos que considera antes la sustentabilidad del negocio del petróleo nacional que los precios internacionales de mercado del crudo, que se ha desplomado más del 50% en menos de un año.
Enero es el mes de demanda pico, remarcó la nota de La Nación. En el primer mes de 2014, los autos cargaron en sus tanques 758.628 metros cúbicos de nafta, mientras que en enero de este año, el número se redujo a 753.998 metros cúbicos. Sin embargo, todos los meses que siguieron estuvieron por encima del mismo período de 2014.