Sin contar el precio de un alquiler, una familia de dos adultos y dos niños necesita en Mendoza más de 67.000 pesos para no ser pobre. En rigor: 67.124 pesos según la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE).
En tanto, para costear los alimentos básicos que permiten no caer en la indigencia se necesitan como mínimo $26.323.
Esto es un 68% más que lo que se necesitaba en el mismo mes hace año. Esto implica que las líneas que marcan la indigencia (Canasta Básica Alimentaria o CBA) y la pobreza (Canasta Básica Total o CBT) subieron en octubre por encima del nivel general de inflación en Mendoza.
Mientras que la inflación interanual en Mendoza fue en octubre de 54,1, la suba en el costo de vida representa 68%.
Si sólo se considera el rubro alimentos, lo mínimo para la supervivencia y que marca la línea de indigencia, la inflación interanual en Mendoza fue de 55,8%, mientras que otros bienes que se suman en la canasta de pobreza, como la vestimenta aumentó 69,3%, la atención médica y de salud 64,6% y el transporte 52,4%.
Todos esos factores explican el aumento en el costo de vida en Mendoza, que según la DEIE fue de 3,4% en octubre.
Estos datos pueden linkearse con el incesante aumento de precios en Mendoza, que fue más alto en el último mes que en el promedio de Cuyo y del país. Sin embargo, el gobierno local desdeña de los controles de precios, una política que propuso la Nación, a la que tildaron de demagógica y anticiparon no adherir.
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No obstante, Suarez ha culpado a la inflación por el aumento del delito en Mendoza: "Cuando vemos que la situación económica se agrava con el tema de la inflación y que tenemos un 45% de pobreza, vuelve el delito, el hurto, aunque mantenemos los niveles del año 2019", se excusó el mandatario cuando le pidieron explicaciones sobre la inseguridad en Mendoza.