Ocurrió cerca del edificio de la Guardia Republicana, cuando aparentemente sin mediar hecho que lo justificara, abrieron fuego contra una multitud que se dirigía a la mezquita Rabaa al-Adaweya.
Por Hernán Campaniello
Para Télam
Una nueva masacre en Egipto dejó al menos 55 muertos y los Hermanos Musulmanes denunciaron a los militares como responsables del hecho, mientras que el Ejército aseguró que sólo respondió a un ataque de "terroristas armados".
El hecho ocurrió al amanecer de este lunes cerca del edificio de la Guardia Republicana, cuando aparentemente sin mediar hecho que lo justificara, comenzaron a abrir fuego contra una multitud que se dirigía a la mezquita Rabaa al-Adaweya, donde los simpatizantes de los Hermanos Musulmanes acampan y manifiestan cada día para reclamar la liberación del presidente Mursi.
Según un comunicado dado a conocer inmediatamente, el Ejército afirmó haber respondido a un ataque de "terroristas armados" y que un policía murió y seis conscriptos se encuentran gravemente heridos.
Sin embargo, los Hermanos Musulmanes ofrecieron hace minutos en el interior de la citada mezquita una conferencia de prensa -en la que estuvo TELAM, único medio argentino presente- en la que culparon al Ejército por la masacre, informaron que hay al menos 55 muertos y más de 150 heridos y mostraron videos con impactantes imágenes.
La conferencia la brindaron dos voceros de la agrupación, quienes aseguraron que "francotiradores del Ejército comenzaron a disparar desde los techos del edificio de la Guardia Republicana". Los videos mostrados, tomados por simpatizantes con celulares y pequeñas cámaras, parecen no dejar lugar a dudas.
Las imágenes muestran cómo y desde dónde disparan a la multitud y claramente se pueden ver las explosiones de las detonaciones. También colocaron sobre la mesa un gran número de cartuchos de balas de plomo recogidos en el lugar, así como granadas de las comunes y de las lacrimógenas que al manipularlas volvieron a despedir gas.
Mientras la improvisada y particular conferencia de prensa sucedía, afuera la multitud gritaba "venganza, venganza".
Los Hermanos Musulmanes denunciaron que todo fue "una maniobra del Ejército para calentar el conflicto", tras lo cual dieron lugar a que madres y padres cuenten sus propios testimonios hablando de sus hijos como "mártires".
La presencia de muchos jóvenes heridos, con sus ropas manchadas de sangre, imprimían a los relatos una carga emocional mucho mayor, acompañada de llantos de los muchos presentes.
Afuera, desafiando los más de 35 grados de temperatura, miles de personas acudieron a la plegaria del mediodía y a la hora señalada, el clérigo comenzó a rezar en medio de esos llantos que él mismo no podía contener y que tensaban el ambiente hasta un nivel insospechado.
En la avenida que conduce a la mezquita, 1,5 kilómetro antes de llegar al templo, se improvisaron más de 600 carpas en un perímetro de no más de un kilómetro y perfectamente organizado con baños químicos y seguridad propia de los Hermanos.
En los alrededores la imagen es de un verdadero conflicto bélico: alrededor de 15 tanques, centenares de militares parados detrás y una verdadera trinchera con muros y alambradas de púas.
La seguridad propia de los Hermanos realiza un triple check point para llegar a la mezquita y aunque con cordialidad, exigen mostrar documentos y revisan todo lo que se lleva encima.
Quien también acompañó la denuncia fue el Partido de la Justicia y la Libertad (PLJ), brazo político de los Hermanos, que llamó mediante otro comunicado al "levantamiento del gran pueblo de Egipto contra esos que están intentando robarles su revolución con tanques".
Asimismo, urge "a la comunidad internacional, los grupos internacionales y todos los hombres libres del mundo a intervenir para impedir otras masacres y la aparición de una nueva Siria en el mundo árabe".