"Tengo una sexualidad más ruda que el promedio de los hombres. Y tuve ese tipo de relaciones sexuales con numerosas mujeres. Algunas pueden hallarlas rudas, otras pueden apreciarlas, pero esto no tiene tiene nada que ver con la prostitución".
El ex director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, redobló la apuesta en su segundo día de comparecencia en el tribunal de Lille, donde se lo acusa por proxenetismo y prostitución que lo tiene como centro, en el marco de la causa promovida por dos mujeres que lo acusan de haberlas forzado a mantener "relaciones brutales".
"Empiezo a estar un poco harto", afirmó DSK, dirigiendo una mirada glacial a David Lepidi, abogado de los demandantes en este proceso por proxenetismo agravado.
Según el veterano político francés, la acusación pretende tergiversar sus gustos sexuales. "Sólo tienen sentido si implican que necesitan prostitutas, esto es absurdo", dijo Strauss-Kahn, salvo que "se quiera hacerme comparecer ante los jueces por prácticas perversas, lo que ya no existe", añadió, en una alusión a la sodomía.
En esta audiencia, a medio camino del proceso iniciado el 2 de febrero y que durará tres semanas, se señaló la "brutalidad" de DSK en sus relaciones sexuales, según la descripción hecha por varias participantes en las fiestas libertinas organizadas por su círculo de amigos. Tal actitud sólo puede explicarse si él sabia que las mujeres eran prostitutas, según la estrategia de la acusación.
Strauss-Kahn, que comparece junto a otros trece acusados, es pasible de diez años de prisión y un millón y medio de euros de multa.
Fuente: La Nación