Cada vez más comprometido en un caso de corrupción en su partido, el presidente de España negó que piense renunciar al cargo, como pidió la oposición.
El ex tesorero del gobernante Partido Popular (PP) de España, Luis Bárcenas, se presentó este lunes ante la justicia por el caso de corrupción dentro de la fuerza política. Confirmó la información conocida a través de los medios de comunicación respecto al pago de sobresueldos ilegales al actual presidente Mariano Rajoy mientras fue ministro del ex presidente José María Aznar.
El caso de corrupción p0r el que está preso el antiguo tesorero y hombre de pes0 en el partido de Gobierno es un escándalo que por ahora no tiene techo en España. La declaración de Bárenas en sede judicial pone en un lugar aún mas comprometido al presidente de España, quien este lunes aseguró que no va a renunciar al cargo, luego de que así se lo exigieran desde el comando del opositor Partido Socialista Español (PSOE).
En una escueta conferencia de prensa brindada este lunes, mientras declaraba Bárcenas, Rajoy sólo brindó una certeza: que no va a renunciar.
En su declaración judicial Bárcenas admitió ser el autor de la contabilidad paralela del partido publicada por medios españoles desde enero. Además, entregó al juez decenas de documentos contra el partido, así como esa contabilidad manuscrita. El ex tesorero negó desde el primer momento en que se publicaron los documentos tener relación con ellos, pero su estrategia tuvo un giro de 180 grados en los últimos días.
Entonces, quedó seriamente comprometido el presidente de España. Según los diarios locales, Bárcenas aseguró durante la declaración que a Rajoy y a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, les hizo "entregas de dinero en efectivo en 2008, 2009 y 2010".
En la contabilidad paralela que está actualmente bajo la lupa se refleja una supuesta financiación ilegal del PP durante al menos 20 años, con donaciones de empresas al partido que superaban el límite legal y con otras que procedían de personas o empresas que no podían por ley hacer aportaciones a partidos. También se registraron pagos periódicos a la cúpula de la agrupación política. Entre los receptores de sobresueldos ilegales aparece Rajoy, en su época como ministro de José María Aznar.
Bárcenas fue citado por el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz después de que admitiera al director del diario conservador El Mundo, Pedro Ramírez, una financiación ilegal en el PP y de que hiciera llegar al diario una hoja original de esa supuesta contabilidad en la sombra, que Ramírez entregó a la Audiencia Nacional.
El diario publicó además ayer mensajes de texto que Rajoy presuntamente intercambió con Bárcenas y que demuestran que entre ambos hubo una comunicación hasta el pasado mes de marzo, en contra de lo que había asegurado el partido.
El llamado "caso Bárcenas" salió a la luz tras la publicación en la prensa española de una supuesta contabilidad paralela con anotaciones de pagos a varios miembros del PP cuando el acusado era su tesorero. Posteriormente se conoció la existencia de cuentas de Bárcenas en Suiza por valor de 48 millones de euros. El ex tesorero está en prisión incondicional y sin derecho a fianza desde el 27 de junio pasado.
Rajoy dijo que va a priorizar la estabilidad política
Ante el creciente flujo informativo alrededor del caso, el partido opositor PSOE pidió la renuncia de Rajoy. El presidente ratificó sus intenciones de quedarse en el cargo, aunque se negó a hablar sobre Bárcenas durante la conferencia de prensa.
Después de unos días de silencio, el mandatario enfrentó hoy las preguntas de una rueda de periodistas, junto al primer ministro de Polonia, Donald Tusk, con quien mantuvo una reunión bilateral.
"Los SMS (mensajes de texto) ratifican que el Estado de derecho no se somete a chantaje, que las administraciones actúan con independencia", dijo en la rueda de prensa. "Un presidente de Gobierno no puede estar saliendo cada día al paso de rumores e informaciones interesadas que se vayan publicando", agregó, ante las insistentes preguntas.
En ese sentido, se limitó a remitirse a sus palabras del pasado febrero, cuando compareció ante la plana mayor de su partido y negó la existencia de esos pagos. "Me ratifico en lo que dije en aquella comparecencia pública y en lo que afirmé en el debate sobre el estado de la nación", manifestó.
"Respecto de la petición de dimisión, evidentemente la oposición es libre de actuar como le parezca y de valorar sus decisiones. Yo no voy a entrar en eso. España está dando pasos para superar la crisis. El gran valor que tiene en este momento nuestro país es la estabilidad política y yo la voy a defender. Voy a cumplir el mandato que me han dado los españoles", subrayó el presidente. "Acá hay un gobierno estable y que va a cumplir con su obligación", agregó, y dio por finalizada la conferencia.
Por su parte, el vicesecretario general de organización del partido, Carlos Floriano, dijo que: "El Partido Popular no tiene nada que temer. Nuestros libros están limpios", insistió.
Fuente: La Nación con información de EFE, DPA y El País