Mauro Zárate se tatuó el rostro de su mujer, Natalie Weber, con un resultado nada favorable. Instalados en Roma desde 2010 junto a su pequeña hija, Mía, de un año, el futbolista de la Lazio sorprendió a la modelo con un tatuaje que, al parecer, no le hace honor a su belleza.
Según cuenta la revista Paparazzi, Mauro tomó una fotografía de Natalie y fue a ver a un tatuador, que plasmó la imagen su brazo derecho. Zárate pidió agregar una inscripción abajo del retrato: “Nat my love”.
El problema es que el artista en cuestión no capturó del todo bien los rasgos de la bellísima modelo, y el tatoo terminó pareciéndose más a un demonio femenino o a un vampiro que a ella.
Fuente: Infonews