El ministro de Gobierno, Víctor Ibáñez, admitió este miércoles que el Gobierno envió a la Policía a las escuelas en plena huelga, como denunció el sindicato y varias directoras que se animaron a contarlo.
Los uniformados se presentaron en los establecimientos en las primeras horas del lunes y días subsiguientes y pidieron sacar fotos de los libros de asistencia para corroborar la adhesión al paro. En algunos casos, los acompañó un funcionario judicial y en otros un escribano que envió la DGE.
Durante toda la semana se multiplicaron las denuncias por la presencia de la policía en los días de huelga interrogando a las directoras de escuela y sacando fotos a los libros de asistencia.
Sin embargo, Rodolfo Suarez mandó a Ibáñez a negar cualquier tipo de intención de amedrentamiento a los educadores. En ese tren, el ministro de Gobierno aseguro que el procedimiento fue "de rutina" y "para cuidar la seguridad de los mendocinos y mendocinas, nada más".
"No fue una marcha docente"
Sobre la misma, Ibáñez negó toda responsabilidad del Gobierno en el conflicto que otra vez sacó a miles de trabajadores a las calles por los salarios de pobreza.
"La asistencia a clases se mantuvo y se incrementó. Esto no es una manifestación de docentes. Hay innumerables movimientos sociales. Esto le corresponde al Gobierno Nacional. La base de este reclamo les corresponde al Gobierno Nacional, no al gobierno de la provincia, el cual ha abierto en su momento en las paritarias y tenemos un ejemplo claro que es AMPROS, que bajó la propuesta a las bases", remarcó.
"Acá hay una intencionalidad política. No reclamarle al gobierno nacional. Reclamarle a un gobierno de Mendoza que tiene ordenadas sus cuentas, que cumple lo que propone, que cumple con sueldos y aguinaldo, es un mandato político", enfatizó en una entrevista en Canal 9.
"Es evidente que no quieren dialogar. Los movimientos sociales no estaban preocupados por las clases de los chicos sino por la inflación, la situación del país, son reclamos nacionales", remarcó.